domingo, 13 de marzo de 2022

Δήλωση των Ορθοδόξων Επισκόπων Ισπανίας και Πορτογαλίας


 

Δήλωση των Ορθοδόξων Επισκόπων Ισπανίας και Πορτογαλίας

Απέναντι στα γεγονότα στην Ουκρανία που συγκλονίζουν τον κόσμο ολόκληρο, εκφράζουμε την ανησυχία μας και την αμέριστη υποστήριξή μας προς τα θύματα των πολεμικών επιχειρήσεων.

Επικαλούμαστε την αλληλεγγύη για την ανακούφιση της σοβαρότατης κατάστασης όσων υποφέρουν λόγω του πολέμου και αιτούμαστε την ευλογία του Θεού για όλους αυτούς που υποδέχονται τους πρόσφυγες.

Η Εκκλησία του Χριστού ήταν και θα είναι πάντοτε στο πλευρό των πονεμένων. Απευθύνουμε έκκληση σε όλους αυτούς από τους οποίους εξαρτάται η άμεση παύση της αιματοχυσίας.

Προσευχόμαστε στον Θεό της Ειρήνης για να παράσχει την ειρήνη στην Ουκρανική γη.

Την ημέρα του Θριάμβου της Ορθοδοξίας, σας υπενθυμίζουμε ότι υπάρχει μόνο μια νίκη που κατέκτησε τον κόσμο, είναι η αγάπη της θυσίας του Χριστού. Δεν πρέπει να επιτρέψουμε το μίσος που υποκινεί η προπαγάνδα, να εξουσιάζει τις καρδιές των Ορθοδόξων λαών. Απευθύνουμε έκκληση εξαιρέτως στο ποίμνιό μας, που αντιπροσωπεύει διάφορους λαούς, να μην υποκύψει στον πειρασμό της έχθρας και να διατηρήσει την αγάπη η οποία "οὐδέποτε ἐκπίπτει" (Ά Κορ. 13,8).

 

+ Βησσαρίων, Μητροπολίτης Ισπανίας και Πορτογαλίας (Οικουμενικό Πατριαρχείο Κωνσταντινουπόλεως)

+ Νέστωρ, Αρχιεπίσκοπος εν Ισπανία και Πορτογαλία (Πατριαρχείο Μόσχας)

+ Τιμόθεος, Επίσκοπος εν Ισπανία και Πορτογαλία (Πατριαρχείο Ρουμανίας)

+ Θεόφιλος, βοηθός Επίσκοπος της Ορθόδοξης Ρουμανικής Επισκοπής εν Ισπανία και Πορτογαλία

13.03.2022


Statement of the Orthodox Bishops of Spain and Portugal

 


Statement of the Orthodox Bishops of Spain and Portugal

In view of the recent events in Ukraine which have shocked the entire world, we express our dismay and unconditional support for the victims of the acts of war.

We call for solidarity to alleviate the grave situation of those affected by the war and ask for God's blessing on everyone who welcomes refugees.

The Church of Christ has been and will be on the side of those who suffer. We appeal to those in authority to stop the bloodshed immediately.

We pray to the God of peace to grant peace to the Ukrainian land.

On the day of the Triumph of Orthodoxy, we remind you that there is only one victory that has conquered the world: the sacrificial love of Christ. We must not allow the hatred which is caused by propaganda to take hold of the hearts of our Christian peoples. We make a special appeal to our flock, which represents several people, not to succumb to the temptation of mutual enmity and preserve the love that "never fails" (1 Cor 13.8).


+ Metropolitan Archbishop Bessarion of Spain and Portugal (Ecumenical Patriarchate of Constantinople)

+ Αrchbishop Nestor in Spain and Portugal  (Patriarchate of Moscow)

+ Bishop Timothy in Spain and Portugal (Patriarchate of Romania)

+ auxiliary Bishop Theofil of the Orthodox Rumanian diocese in Spain and Portugal  


Declaración de los Obispos Ortodoxos de España y Portugal


 

Declaración de los Obispos Ortodoxos de España y Portugal

Ante los hechos en Ucrania que han conmocionado al mundo entero, expresamos nuestra consternación y apoyo incondicional a las víctimas de las actos bélicos.

Llamamos a la solidaridad para aliviar la gravísima situación de los afectados por la guerra y pedimos la bendición de Dios para todos los que aceptan refugiados.

La Iglesia de Cristo ha estado y estará del lado de los que sufren. Hacemos un llamado a aquellos de quienes depende detener de inmediato el derramamiento de sangre.

Oremos al Dios de la paz  para que conceda la paz a la tierra ucraniana.

En el día del Triunfo de la Ortodoxia, les recordamos que solo hay una victoria que ha conquistado el mundo: esto es el amor del sacrificio de Cristo. No debemos permitir que el odio que suscita la propaganda se apodere del corazón de nuestros pueblos cristianos. Hacemos un llamado especial a nuestro rebaño, que representa a varios pueblos, a no sucumbir a la tentación de la enemistad mutua y a preservar el amor que “jamás se extingue” (1 Cor 13.8).

 

+Bessarión, Arzobispo Metropolitano de España y Portugal (Patriarcado Ecuménico de Constantinopla)

+Néstor, arzobispo de España y Portugal (Patriarcado de Moscú)

+Timotei, obispo de España y Portugal (Patriarcado de Rumania)

+Teofil, obispo auxiliar del Obispado Ortodoxo Rumano de España y Portugal

sábado, 5 de marzo de 2022

Homilía Catequética para la Santa y Gran Cuaresma 2022


+ BARTOLOMÉ

POR LA MISERICORDIA DE DIOS ARZOBISPO DE CONSTANTINOPLA-NUEVA ROMA Y PATRIARCA ECUMÉNICO

AL PLÉROMA DE LA IGLESIA,

QUE LA GRACIA Y LA PAZ DE NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO, JUNTO CON NUESTRA ORACIÓN, BENDICIÓN Y PERDÓN ESTÉN CON TODOS VOSOTROS


***


Honorabilísimos hermanos y benditos hijos en el Señor,


Glorificamos al Dios Trino, que una vez más nos ha guiado como Iglesia a este venerable y bendito período de la Santa y Gran Cuaresma, el estadio de la disciplina física y espiritual y de la lucha ascética, para prepararnos de un modo acorde con Cristo y caminar en humildad hacia la Santa y Gran Semana y la Resurrección vivificadora del Señor.


La disciplina ascética, por supuesto, no es algo exclusivo de la Santa y Gran Semana, ni es simplemente ocupación y obligación para monjes, ni resultado de la influencia exterior en el carácter distintivo cristiano, ni un elemento ajeno a nuestra vida devocional. El ascetismo pertenece al núcleo mismo de la existencia cristiana y la vida de la Iglesia. Constituye una llamada por parte de Cristo a sus fieles y un testimonio de su presencia salvadora en nuestras vidas. Como creyentes, no nos dirigimos a un Dios impersonal ni inaccesible, sino al Verbo encarnado que reveló el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo, la plenitud de la gracia y la libertad. En este sentido, llena de bendiciones divinas y experiencias particularmente profundas, la Santa y Gran Cuaresma sigue siendo una expresión y revelación dinámica del tesoro y la verdad de toda la vida eclesial.


Nada en la vida del creyente es fragmentario o un fin en sí mismo. La vida en Cristo es holística e indivisa. El arrepentimiento, la humildad, la oración, el ayuno y las buenas obras están interconectados y orientan al creyente hacia la Eucaristía de la Iglesia, el misterio escatológico del Reino. Las luchas ascéticas son el comienzo, la “puerta estrecha” que nos lleva al Santo de los Santos. En nuestra tradición nunca hay un “ascetismo por el ascetismo”. La disciplina ascética es siempre un viaje; se completa cuando se convierte en parte de la Iglesia, cuando nos lleva a la comunión de los Sagrados Misterios, que a su vez nos incorporan al movimiento de la Iglesia hacia el Reino. Recordemos el ejemplo de Santa María Egipcíaca, honrada el V Domingo de Cuaresma. Tras cuarenta años de dura lucha ascética y oración incesante, quiso comulgar el Cuerpo y la Sangre de Cristo de manos de San Zósimo, sabiendo plenamente que la Santa Comunión es la fuente de la vida y la medicina de la inmortalidad. Del mismo modo, el Santo y Gran Concilio de la Iglesia Ortodoxa (Creta, 2016), que describió el ayuno como “un gran banquete espiritual” y “la expresión por excelencia del ideal ascético de la Iglesia Ortodoxa”, subraya que “el verdadero ayuno comprende toda la vida en Cristo de los fieles, y está coronado por su participación en el culto divino, sobre todo en el sacramento de la Santa Eucaristía” (‘La importancia del ayuno y su observancia hoy’, § 1 y 3).


No hay espiritualidad ortodoxa sin participación en la Divina Eucaristía, a través de la cual, como fieles, nos convertimos en un solo cuerpo, una comunión de personas, la comunidad de la vida, participantes de la “salvación común” en Cristo Salvador, que es el “bien común”. Por tanto, el ayuno es sumisión y obediencia a la regla de la Iglesia, experiencia comunitaria. La Santa y Gran Cuaresma es una invitación a que descubramos a la Iglesia como lugar y camino de la santificación y la santidad, como anticipo e imagen de la espléndida irradiación, de la plenitud de la vida y del gozo cumplido en el Reino escatológico. Desde el punto de vista experiencial y teológico, es imposible que abarquemos el espíritu de la Santa y Gran Cuaresma si no la percibimos como camino hacia la Pascua. Todo el período de ayuno conserva la “percepción pascual” de la vida. El ascetismo sombrío es una perversión de la experiencia cristiana; es la ignorancia de la gracia inminente y del Reino futuro; es la vida “como si Cristo nunca hubiera venido”, sin la expectación de la “resurrección de los muertos” y “la vida del siglo venidero”.


Este espíritu era la experiencia del ayuno antes de Pascua de la Iglesia primitiva, en la que constituía el período en el que los catecúmenos se preparaban para el Santo Bautismo durante la Divina Liturgia de la noche de la Resurrección. Incluso cuando, más adelante, la naturaleza catequética de este período de ayuno fue sustituida por un carácter distintivo de arrepentimiento, se conservó no obstante la experiencia de dicho “arrepentimiento” como “segundo bautismo”, y esta sigue siendo la disposición existencial que nos conduce una vez más a la plenitud eucarística pascual de la vida eclesiástica, a la casa del Padre, a la comunión del Espíritu Santo. En este caso, también la “elevación de la Cruz” constituye el camino hacia el gozo inefable de la Resurrección.


En estos días el piadoso pueblo de Ucrania está llevando su propia y pesada Cruz al sufrir los indescriptibles abusos de una guerra sin mediar provocación, irracional y hostil que produce dolor y muerte. Sufriendo junto con nuestros hermanos e hijos sometidos a tan dura prueba, intensificamos nuestras súplicas al Señor de la misericordia y de la paz por el cese inmediato de este conflicto y la victoria de la justicia y la paz, anticipo del gozo redimido del Reino de Dios.


Esta mismísima verdad salvífica de la fe, piedad y espiritualidad ortodoxas queda subrayada también por la santificación del Santo Miro, que, por la gracia de Dios, oficiaremos este año durante la Semana Santa en nuestro Sagrado Centro. Este aceite bendecido y “divinamente eficaz” de la “Eucaristía del Miro” transmite los diversos dones y variados carismas del Espíritu Santo a través del Sacramento de la Crismación al recién iluminado “ciudadano del Cielo” para fortalecerlo y hacerlo participar en la vida de la Iglesia -y sobre todo la comunión de los Santos Misterios-, así como para ser presencia divinamente inspirada en el mundo y testimonio del don de la gracia y la esperanza que habita en nosotros. El carácter del Espíritu Santo como “fuerza de comunión” también se manifiesta en la manera en que el Santo Miro se prepara hirviendo ingredientes ofrecidos por las Iglesias ortodoxas locales, así como en el lugar y momento en que se bendice dentro de la asamblea eucarística -inmediatamente después de la santificación de los Sagrados Dones-, e igualmente en los otros usos eclesiales del Santo Miro, como la crismación de los heterodoxos y apóstatas que son recibidos en la Iglesia Ortodoxa, la consagración de iglesias y santos altares, antimensios, etc.


Con estos sentimientos, y con la súplica de que el estadio del ayuno sea suave y de que nuestro camino hacia la Pascua del Señor no encuentre impedimentos, invocamos sobre vosotros, nuestros honorables hermanos en Cristo y queridos hijos de la Iglesia Madre de Constantinopla en todo el mundo, la gracia vivificadora y la gran misericordia de Cristo nuestro Dios, que por siempre bendice los logros ascéticos de su pueblo.


Santa y Gran Cuaresma 2022


 BARTOLOMÉ de Constantinopla

Fervoroso suplicante por todos ante Dios

Catechetical Homily at the Opening of Holy and Great Lent 2022


+ BARTHOLOMEW

BY GOD’S MERCY

ARCHBISHOP OF CONSTANTINOPLE-NEW ROME

AND ECUMENICAL PATRIARCH

TO THE PLENITUDE OF THE CHURCH,

MAY THE GRACE AND PEACE OF OUR LORD AND SAVIOR JESUS CHRIST, TOGETHER WITH OUR PRAYER, BLESSING AND FORGIVENESS BE WITH YOU ALL


* * *


Most honorable brothers and blessed children in the Lord,


We glorify the God in Trinity, who has once again guided us as Church to the venerable and blessed period of Holy and Great Lent, the arena of physical and spiritual discipline and ascetic struggle, in order to prepare ourselves in a manner according to Christ and journey in humility to the Holy and Great Week and life-giving Resurrection of the Lord.


Ascetic discipline is of course not only a feature of Holy and Great Lent; nor is it solely a matter of concern and obligation to monastics; nor again is it a result of external influence on the Christian ethos, a foreign element in our devotional life. Asceticism belongs to the core of Christian existence and the life of the Church. It constitutes a calling by Christ to His faithful and a witness of His saving presence in our lives. As believers, we do not address an impersonal or inaccessible God, but the incarnate Word that revealed the love of God the Father and the communion of the Holy Spirit, the fullness of grace and freedom. In this sense, filled with divine blessings and especially profound experiences, Holy and Great Lent remains a dynamic expression and revelation of the treasure and truth of church life in its entirety.


Nothing in the life of the believer is fragmentary or an end in itself. Life in Christ is holistic and undivided. Repentance, humility, prayer, fasting, good deeds – all of these are intertwined and orient the believer to the Eucharist of the Church, the eschatological mystery of the Kingdom. Ascetic struggles are the beginning, the “narrow gate” that leads us to the Holy of Holies. In our tradition, there is never “asceticism for the sake of asceticism.” Ascetic discipline is always a journey; it is fulfilled when it becomes part of the Church, when it leads us to communion of the Sacred Mysteries, which in turn incorporate us into the movement of the Church toward the Kingdom. Let us remind you of the example of St. Mary of Egypt, who is honored on the Fifth Sunday of Lent. After forty years of harsh ascetic struggle and unceasing prayer, she sought to partake of the Body and Blood of Christ from the hands of St. Zosimas in full knowledge that Holy Communion is the source of life and medicine of immortality. In the same vein, the Holy and Great Council of the Orthodox Church (Crete, 2016), which described fasting as “a great spiritual feat” and “the expression par excellence of the ascetic ideal of the Orthodox Church,” emphasizes that “the true fast affects the entire life in Christ of the faithful and is crowned by their participation in divine worship, particularly in the sacrament of the Holy Eucharist” (The Importance of Fasting and its Observance Today, § 1 and 3).


There is no Orthodox spirituality without participation in the Divine Eucharist, through which as believers we become one body, a communion of persons, the community of life, participants of the “common salvation” in Christ the Savior, who is the “common good.” Therefore, fasting is submission and obedience to the rule of the Church, a communal experience. Holy and Great Lent is an invitation for us to discover the Church as a place and way of sanctification and sanctity, as a foretaste and image of the splendid radiance, of the fullness of life and of the complete joy in the eschatological Kingdom. Experientially and theologically it is impossible for us to comprehend the spirit of Holy and Great Lent if we do not perceive it as a journey toward Pascha. The entire period of fasting preserves the “paschal perception” of life. Gloomy asceticism is a perversion of the Christian experience; it is the ignorance of the imminent grace and future Kingdom; it is life “as if Christ never came,” without expectation of the “resurrection of the dead” and of “life in the age to come.”


This spirit was the experience of the Fast before Pascha in the early Church, where it was a time when the catechumens prepared for Holy Baptism during the Divine Liturgy on the night of Resurrection. Even when, later, the catechetical nature of this period of fasting was replaced by the ethos of repentance, the experience of “repentance” as a “second baptism” was nevertheless preserved and remains as the existential disposition that leads us once more to the paschal eucharistic fullness of ecclesiastical life, to the home of the Father, to the communion of the Holy Spirit. In this case, too, the “lifting of the cross” comprises the way to the ineffable joy of the Resurrection.


Throughout these days, the pious people of Ukraine carry their own weighty Cross, as they suffer the unspeakable abuses of an unprovoked, irrational and hostile war, which propagates pain and death. Co-suffering with our tested brethren and children, we intensify our supplication to the Lord of mercy and God of peace, unto the immediate cessation of this conflict and the prevalence of justice and peace, which are a foretaste of the redeemed joy of the Kingdom of God.


This selfsame salvific truth of the Orthodox faith, piety and spirituality is also emphasized by the event of the sanctification of the Holy Myrrh, which, by the grace of God, we will officiate at this year during Holy Week at our Sacred Center. This blessed and “divinely efficacious” oil of the “Eucharist of Myrrh” transmits the diverse gifts and manifold charisms of the Holy Spirit through the Sacrament of Chrismation upon the newly-illumined “heavenly citizen” for strength and participation in the life of the Church – and foremost the communion of the Sacred Mysteries – as well as for the divinely inspired presence in the world and witness of the gift of grace and hope that lies in us. The character of the Holy Spirit as “force of communion” is also manifested in the way that the Holy Myrrh is prepared by boiling ingredients offered by the local Orthodox Churches as well as in the place and time of its blessing within the eucharistic assembly, immediately following the sanctification of the Holy Gifts, but equally in the other church uses of Holy Myrrh, such as the chrismation of heterodox and lapsed entering the Orthodox Church, the consecration of churches and holy altars, antimensions, and so forth.


With these sentiments, as we pray that the arena of fasting will prove smooth and our journey toward the Lord’s Pascha will be unimpeded, we invoke upon you – our most honorable brothers in Christ and beloved children of the Mother Church of Constantinople throughout the world – the life-giving grace and great mercy of Christ our God, who forever blesses the ascetic achievements of His people. 


Holy and Great Lent 2022


 BARTHOLOMEW of Constantinople

Your fervent supplicant for all before God

Λόγος Κατηχητήριος επί τη ενάρξει της Αγίας και Μεγάλης Τεσσαρακοστής 2022


+ Β Α Ρ Θ Ο Λ Ο Μ Α Ι Ο Σ

ΕΛΕ ΘΕΟΥ

ΑΡΧΙΕΠΙΣΚΟΠΟΣ ΚΩΝΣΤΑΝΤΙΝΟΥΠΟΛΕΩΣ – ΝΕΑΣ ΡΩΜΗΣ

ΚΑΙ ΟΙΚΟΥΜΕΝΙΚΟΣ ΠΑΤΡΙΑΡΧΗΣ

ΠΑΝΤΙ Τ ΠΛΗΡΩΜΑΤΙ ΤΗΣ ΕΚΚΛΗΣΙΑΣ,

ΧΑΡΙΣ ΕΙΗ ΚΑΙ ΕΙΡΗΝΗ

ΠΑΡΑ ΤΟΥ ΣΩΤΗΡΟΣ ΚΑΙ ΚΥΡΙΟΥ ΗΜΩΝ ΙΗΣΟΥ ΧΡΙΣΤΟΥ,

ΠΑΡ᾿ HΜΩΝ ΔΕ ΕΥΧΗ, ΕΥΛΟΓΙΑ ΚΑΙ ΣΥΓΧΩΡΗΣΙΣ


* * *


Τιμιώτατοι δελφοί καί προσφιλέστατα τέκνα ν Κυρί,


Δοξάζομεν τόν ν Τριάδι Θεόν, τόν γαγόντα μς ν κκλησί καί πάλιν ες τήν πάνσεπτον καί ελογημένην περίοδον τς γίας καί Μεγάλης Τεσσαρακοστς, ες τό στάδιον τς σωματικς καί πνευματικς γυμνασίας καί τν σκητικν γώνων, διά νά προετοιμασθμεν χριστοπρεπς καί νά πορευθμεν ν ταπεινώσει πρός τήν γίαν καί Μεγάλην βδομάδα καί τήν ζωηφόρον νάστασιν τοΚυρίου.


 σκησις δέν εναι, βεβαίως, χαρακτηριστικόν μόνον τς γίας καί Μεγάλης Τεσσαρακοστς, οτε μόνον πόθεσις καί καθκον τν μοναστν, οτε ποτέλεσμα ξωθεν πιρρον πί το χριστιανικοθους, παρείσακτον δηλαδή στοιχεον ες τήν εσέβειάν μας.  σκητισμός νήκει ες τόν πυρνα τς χριστιανικς πάρξεως καί τς ζως τς κκλησίας. ποτελε κλσιν το Χριστο πρός τούς πιστούς καί μαρτυρίαν τς σωστικς παρουσίας Του ες τήν ζωήν μας. Δέν πευθυνόμεθα ο πιστοί ες να Θεόν πρόσωπον καί πρόσιτον, λλά ες τόν σαρκωθέντα Λόγον, τόν ποκαλύψαντα τήν γάπην το Θεο καί Πατρός καί τήν κοινωνίαν το γίου Πνεύματος, τό πλήρωμα τς χάριτος καί τς λευθερίας. ν τ ννοί ταύτ πλήρης θείων ελογιν καί διαιτέρων βαθέων βιωμάτων γία καί Μεγάλη Τεσσαρακοστή, παραμένει δυναμική κφρασις καί ποκάλυψις το πλούτου καί τς ληθείας συνόλου τς κκλησιαστικς ζως. 


Τίποτε ες τήν ζωήν τν πιστν δέν εναι ποσπασματικόν καί ατοσκοπός.  ν Χριστ ζωή εναι λιστική καί διαίρετος. Μετάνοια, ταπεινοφροσύνη, προσευχή, νηστεία, ργα εποιΐας, εναι λληλένδυτα καί προσανατολίζουν τόν πιστόν ες τήν Εχαριστίαν τς κκλησίας, τό σχατολογικόν μυστήριον τς Βασιλείας. Ο σκητικοί γνες εναι  ρχή,  «στενή πύλη»,  ποία μς δηγε ες τά για τν γίων. Δέν πάρχει ες τήν Παράδοσίν μας «σκησις διά τήν σκησιν».  σκητισμός εναι πάντοτε πορεία, καί λοκληρώνεται ταν κκλησιαστικοποιηθταν μς δηγήσ ες τήν κοινωνίαν τν χράντων Μυστηρίων, διά τς ποίας νσωματωνόμεθα ες τήν κίνησιν τς κκλησίας πρός τά σχατα. πενθυμίζομεν τό παράδειγμα τς τιμωμένης κατά τήν Ε’ Κυριακήν τν Νηστειν σίας Μαρίας τς Αγυπτίας,  ποία, μετά πό τεσσαράκοντα τη σκληρς σκήσεως καί διαλείπτου προσευχς, πεδίωξε τήν μετάληψιν το Σώματος καί το Αματος το Χριστο κ τν χειρν το γίου Ζωσιμν πιγνώσει τι  Θεία Κοινωνία εναι  πηγή τς ζως καί φάρμακον θανασίας. Καί  γία καί Μεγάλη Σύνοδος τς ρθοδόξου κκλησίας (Κρήτη, 2016),  ποία πεκάλεσε τήν νηστείαν «μέγα πνευματικόν γώνισμα» καί «τήν κατ᾿ ξοχήν κφρασιν τοσκητικο δεώδους τς ρθοδοξίας», τονίζει τι « ληθής νηστεία ναφέρεται ες τήν καθ᾿ λου ν Χριστ ζωήν τν πιστν καί κορυφοται διά τς συμμετοχς ατν ες τήν θείαν λατρείαν καί δί ες τό μυστήριον τς Θείας Εχαριστίας» ( σπουδαιότης τς νηστείας καί  τήρησις ατς σήμερον, § 1 καί 3).


Δέν νοεται ρθόδοξος πνευματικότης νευ μετοχς ες τήν Θείαν Εχαριστίαν, διά τς ποίας οπιστοί καθιστάμεθα ν σμα, κοινωνία προσώπων, κοινότης ζως, μέτοχοι τς «κοινς σωτηρίας» ν τ Σωτρι Χριστ ποος εναι «κοινόν γαθόν». Οτω  νηστεία εναι ποταγή καί πακοή ες τόν κανόνα τς κκλησίας, κοινοτική μπειρία.  γία καί Μεγάλη Τεσσαρακοστή εναι πρόσκλησις νά νακαλύψωμεν τήν κκλησίαν ς τόπον καί τρόπον γιασμο καί γιότητος, ς πρόγευσιν καί εκόνα τς κπάγλου φωτοχυσίας, τς πληρότητος ζως καί τς πεπληρωμένης χαρς τς σχατολογικς Βασιλείας. Βιωματικς καί θεολογικς εναι δύνατον νά κατανοήσωμεν τό πνεμα τς γίας καί Μεγάλης Τεσσαρακοστς, άν δέν τήν θεωρήσωμεν ς πορείαν πρός τό Πάσχα. Καθ᾽ὅλην τήν περίοδον τς νηστείας διασώζεται μία «πασχαλινή ντίληψις» διά τήν ζωήν. σκυθρωπός σκητισμός εναι κακή λλοίωσις το χριστιανικο βιώματος, λήθη τς λθούσης χάριτος καί τς ρχομένης Βασιλείας, ζωή «σάν νά μήν λθε ποτέ  Χριστός», χωρίς τήν προσδοκία τς «ναστάσεως τν νεκρν» καί τς «ζως το μέλλοντος αἰῶνος».


Ατό τό πνεμα νεσάρκωνεν  πρό το Πάσχα νηστεία καί ες τήν ρχαίαν κκλησίαν, ς καιρός προετοιμασίας τν κατηχουμένων διά τό γιον Βάπτισμα κατά τήν Θείαν Λειτουργίαν τς ναστάσεως. Καί ταν, ργότερα,  κατηχητικός χαρακτήρ τς περιόδου τς νηστείας ατς ντικατεστάθη πό τό θος τς μετανοίας, διεσώθη καί παραμένει ς παρξιακόν πόβαθρον βίωσις τς «μετανοίας» ς «δευτέρου βαπτίσματος», τό ποον μς δηγε κ νέου ες τήν πασχάλιον εχαριστιακήν πληρότητα τς κκλησιαστικς ζως, ες τόν οκον το Πατρός, ες τήν κοινωνίαν το γίου Πνεύματος. Καί δ  «ρσις το σταυρο» ποτελε δόν πρός τήν νεκλάλητον χαράν τς ναστάσεως.


Τόν δικόν του βαρύν Σταυρόν αρει κατά τάς μέρας ατάς εσεβς Οκρανικός λαός, φιστάμενος τά νείπωτα δεινά νός προκλήτου καί παραλόγου πιθετι-κο πολέμου,  ποος σκορπ τόν πόνον καί τόν θάνατον. Συμπάσχοντες μετά τν δοκιμαζομένων δελφν καί τέκνων μν, ντείνομεν τάς δεήσεις μας πρός τόν Κύριον το λέους καί Θεόν τς ερήνης πέρ μέσου καταπαύσεως το πυρός καί πικ-ρατήσεως τς δικαιοσύνης καί τς ερήνης, α ποίαι εναι πρόγευσις τς πεπληρωμέ-νης χαρς τς Βασιλείας το Θεο.


Ατήν τήν σωτηριώδη λήθειαν τς ρθοδόξου πίστεως, εσεβείας καί πνευμα-τικότητος προβάλλει καί τό γεγονός το καθαγιασμο το γίου Μύρου, τό ποον, χάριτι Θεο, θά τελέσωμεν φέτος τήν Μεγάλην βδομάδα ες τό καθ᾿ μς ερόν Κέντρον. Τό ελογημένον «θεουργικότατον» λαιον ατς τς «Εχαριστίας το Μύρου» μεταδίδει διά το Μυστηρίου το Χρίσματος τάς ποικίλας δωρεάς καί τά πολυειδ χαρίσματα το γίου Πνεύματος ες τόν νεοφώτιστον «ορανοπολίτην», πρός κραταίωσιν ατο ες τό μετέχειν ες τήν ζωήν τς κκλησίας μέ παρχήν τήν κοινωνίαν τν χράντων Μυστηρίων, καί ες νθεον παρουσίαν καί μαρτυρίαν περί τς δωρες τς χάριτος καί τς ν μν λπίδος ν τ κόσμ χαρακτήρ το γίου Πνεύματος ς «δυνάμεως κοινωνίας» ναδεικνύεται καί ες τόν τρόπον παρασκευς το γίου Μύρου διά τς ψήσεως συστατικν, προσφερομένων πό τν κατά τόπους ρθοδόξων κκλησιν, λλά καί ες τόν τόπον καί τόν χρόνον ελογίας του ντός τς εχαριστιακς Συνάξεως, μέσως μετά τόν καθαγιασμόν τν Τιμίων Δώρων, ξ σου δέ καί ες τάς λλας κκλησιαστικάς χρήσεις το γίου Μύρου, ς  χρσις προσερχομένων ες τήν ρθόδοξον κκλησίαν τεροδόξων καί πεπτωκότων, ες τά γκαίνια ναν, ες τήν καθιέρωσιν γίων Τραπεζν, ντιμηνσίων καί λλαχο.


Μέ ατά τά ασθήματα, εχόμενοι εδρομον τό τς νηστείας στάδιον καί νεμπόδιστον τήν δολιχοδρομίαν πρός τό Πάσχα το Κυρίου, πικαλούμεθα φ᾿ μς, τούς τιμιωτάτους ν Χριστδελφούς καί τά νά τήν οκουμένην τέκνα τς Μητρός Κωνσταντινουπολίτιδος κκλησίας, τήν ζείδωρον χάριν καί τό μέγα λεος το εί ελογοντος τά σκητικά κατορθώματα το λαο ΑτοΧριστο το Θεο.


γα καί Μεγλη Τεσσαρακοστή ,βκβ


†  Κωνσταντινουπλεως

διπυρος πρός Θεόν εχτης πντων μν