Publicada por Sacra Metrópolis Ortodoxa de España y Portugal - Patriarcado Ecuménico en Lunes, 29 de marzo de 2021
Páginas
lunes, 29 de marzo de 2021
Entronización de S.E.R. Besarión de España y Portugal
domingo, 28 de marzo de 2021
Mensaje de bienvenida a S.E.R. Besarión de España y Portugal
Hoy la Iglesia Ortodoxa de España y Portugal se alegra porque le es concedida la gracia de recibir a vuestra Eminencia, enviado por la misericordia divina y la providencia del Trono Ecuménico. Recibimos en vuestra persona a nuestro Padre y Pastor para que nos guíe, nos enseñe e interceda ante el Altísimo por el pueblo que le ha sido confiado.
Desde el otro extremo del Mediterráneo llega vuestra Eminencia a una tierra que, desde los comienzos del Cristianismo fue escogida por Dios y destinada a ser Faro de Fe y áncora de Esperanza. Aunque no existan pruebas arqueológicas, las antiguas tradiciones aseguran la presencia de los santos Apóstoles Pablo y Santiago predicando la fe cristiana en la península Ibérica. Incluso a éste último se le apareció en Zaragoza la Santísima Virgen María, cuando aún vivía en la santa Sion, para confortarlo y asegurarle la expansión de la fe cristiana en el extremo del mundo conocido.
Dios nos habla por su Iglesia. La Santa Madre y Gran Iglesia de Cristo le envía para ser nuestro Pastor y como hijo obediente vuestra Eminencia ha aceptado este mandato. Creer en la Iglesia es creer que Dios vive en ella y obra especialmente en ella. Creer en la Iglesia es sufrir por ella y, a pesar de todo, seguir amándola. La imagen de Dios siempre nos quedará oscura, pero sus mandatos nos quedan mucho más claros que su propio ser. Sabemos lo suficiente de Él para fiarnos de su llamada que puede darse en cualquier circunstancia, en cualquier momento, a cualquier edad.
El servicio que Dios le pide ahora, Eminencia, incluye un movimiento hacia adelante, hacia lo nuevo. Dios siempre quiere más, pero también ofrece mucho más de lo que pide. Usted ha dejado su familia y recibe una comunidad, ha dejado una ciudad y recibe dos países, ha dejado un presente tranquilo para recibir un futuro esperanzador. Si tres forasteros fueron para el patriarca Abraham un teofanía de Dios ¿cuánto más será la Comunidad que habéis venido a servir?
Llegáis para dar testimonio del Evangelio y de nuestra fe Ortodoxa. Una fe y una eclesiología que ha fundado y divulgado a través de los siglos la identidad histórica de los pueblos balcánicos y del pueblo ruso. Que continúa representado la vital complementariedad entre dos iglesias, unidas en el primer milenio, separadas en el segundo, pero misteriosamente hermanadas y orgánicamente unitarias.
Finalmente, Eminencia, en nombre del piadoso clero y de los devotos fieles e esta santa Metrópolis, desde nuestra confianza y obediencia, deseamos, esperamos y rogamos acepte nuestros profundo deseos de larga vida para que interceda por todos nosotros ante el divino altar y nos transmita las bendiciones celestiales.
Archimandrita Demetrio
viernes, 26 de marzo de 2021
Entronización de S.E.R. Besarión de España y Portugal
NOTA: Se avisa a nuestros clérigos y fieles que, debido a las restricciones de salud en vigor en la Comunidad de Madrid a causa de la pandemia del coronavirus, la asistencia física a la ceremonia está limitada a un número reducido de personas. Sin embargo, al día siguiente, Domingo de San Gregorio Palamás, Su Eminencia Reverendísima celebrará públicamente la Divina Liturgia y todos los fieles podrán recibir su bendición dentro del respeto de las normas vigentes, con un aforo del 50% en el interior de la Catedral.
jueves, 18 de marzo de 2021
Participación de nuestra Metrópolis en un acto en el Muro de las Lamentaciones
Ocho confesiones religiosas de España, entre ellas nuestra Sacra Metrópolis de España y Portugal, se han unido a la acción "Plegarias de Esperanza", promovida por el Ministerio de Turismo de Israel.
El acto consistía en enviar al Muro Occidental (Kotel), el lugar más sagrado para el judaísmo, un rezo por todos los afectados y fallecidos a causa del Covid. Las oraciones, impresas en un papel, se depositaron el pasado jueves en el Kotel. Por parte de nuestra Metrópolis se depositó la Oración contra el coronavirus del Metropolita Joel de Edesa.
Además de nuestra Metrópolis, han participado en el acto la Federación Hindú España, la Federación de Comunidades Judías de España, la Conferencia Episcopal Española, la Iglesia Ortodoxa Rumana, la Iglesia Ortodoxa Rusa, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (a la que también pertenecemos) y la Comunidad Bahá’í de España.
Fuente: Actualidad Evangélica
Adaptación propia
viernes, 12 de marzo de 2021
Homilía Catequética para la Santa y Gran Cuaresma de 2021
✠ BARTOLOMÉ
Por la misericordia de Dios
Arzobispo de Constantinopla-Nueva Roma y Patriarca Ecuménico
A la plenitud de la Iglesia,
Que la gracia y la paz de nuestro Señor y Salvador Jesucristo,
junto con nuestra oración, bendición y perdón sean con todos vosotros.
***
Muy honorables hermanos e hijos benditos en el Señor,
Con la buena voluntad y la gracia de Dios, el dador de todas las cosas buenas, estamos entrando en la Santa y Gran Cuaresma, la arena de las luchas ascéticas. La Iglesia conoce los laberintos del alma humana y el hilo de Ariadna, el camino para salir de todo estancamiento: la humildad, el arrepentimiento, el poder de la oración y los sagrados servicios de la contrición, el ayuno que elimina las pasiones, la paciencia y la obediencia al canon de oración. Por eso, la Iglesia nos invita una vez más este año a un camino divinamente inspirado, cuya medida es la Cruz y cuyo horizonte es la Resurrección de Cristo.
La veneración de la Cruz en medio de la Santa y Gran Cuaresma revela el significado de todo este período. La palabra de nuestro Señor resuena con fuerza: “El que quiera seguirme… levante cada día su cruz y sígame” (Lc 9,23). Estamos llamados a levantar nuestra propia cruz, siguiendo al Señor y contemplando su Cruz vivificante, con la conciencia de que el Señor es el que salva y no el levantamiento de nuestra cruz. La Cruz del Señor es “el juicio de nuestro criterio”, “el juicio del mundo” y, al mismo tiempo, la promesa de que el mal en todas sus formas no tiene la última palabra en la historia. Mirando a Cristo y bajo Su protección, como Aquel que permite nuestra lucha, mientras bendice y fortalece nuestro esfuerzo, peleamos la buena batalla, “afligidos en todo, pero no aplastados; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; abatidos, pero no destruidos ”(2 Cor 4,8–9). Esta es la quintaesencia de la experiencia también durante el período actual de la Cruz y la Resurrección. Estamos en un camino hacia la Resurrección a través de la Cruz, a través de la cual “la alegría ha llegado a todo el mundo”.
Algunos de vosotros os preguntaréis por qué la Iglesia, en medio de la pandemia actual, agregaría a las restricciones de salud ya existentes otra “cuarentena”, a saber, la Gran Cuaresma. De hecho, la Gran Cuaresma es también una “cuarentena”, un período que dura cuarenta días. Sin embargo, la Iglesia no pretende debilitarnos más con obligaciones y prohibiciones adicionales. Al contrario, nos llama a darle sentido a la cuarentena que estamos viviendo por el coronavirus, a través de la Gran Cuaresma, como liberación de la esclavitud a “las cosas de nuestro mundo”. La lectura del Evangelio de hoy establece las condiciones de esta liberación. La primera condición es el ayuno, no en el sentido de abstenerse solo de alimentos específicos, sino también de aquellos hábitos que nos mantienen apegados al mundo. Tal abstinencia no es una expresión de desprecio por el mundo, sino una condición previa necesaria para reorientar nuestra relación con el mundo y para experimentar la alegría única de descubrir el mundo como dominio del testimonio cristiano. Por eso, incluso en esta etapa de ayuno, el acercamiento y la experiencia de la vida de los fieles tienen una dimensión pascual, el sabor de la Resurrección. El “ambiente de Cuaresma” no es deprimente, sino alegre. Es la “gran alegría” que el ángel proclamó como buena noticia “a todos” con el nacimiento del Salvador (Lc 2,10). Esta es la inquebrantable “plenitud de gozo” (1 Jn 1,4) de la vida en Cristo. Cristo está siempre presente en nuestra vida, está más cerca de nosotros que nosotros de nosotros mismos, todos los días de nuestra vida, “hasta el fin de los siglos” (Mt 28,20). La vida de la Iglesia es un testimonio inquebrantable de la gracia que ha venido y de la esperanza del Reino, de la plenitud de la revelación del misterio de la Economía Divina.
La fe es la respuesta a la amorosa condescendencia de Dios hacia nosotros; es el “Sí” de toda nuestra existencia a Él, quien “inclinó los cielos y descendió” para redimir al género humano “de la esclavitud del enemigo” y para abrirnos el camino hacia la deificación por la gracia. El amor sacrificado al prójimo y el “cuidado” de toda la creación brotan y se nutren de este don de la gracia. Si este amor caritativo por los demás y la preocupación de Dios por la creación están ausentes, entonces mi prójimo se convierte en “mi infierno” y la creación se abandona a fuerzas irracionales, que la transforman en objeto de explotación y en ambiente hostil para la humanidad.
La segunda condición de la liberación prometida por la Gran Cuaresma es el perdón. El olvido de la misericordia divina y la inefable beneficencia de Dios, el incumplimiento del mandamiento del Señor de convertirnos en “sal de la tierra” y “luz del mundo” (Mt 5,13-14), y una falsa transformación del modo de vida cristiano: a todas estas actitudes nos conduce una “espiritualidad cerrada” que se nutre de la negación y el rechazo del “otro” y del mundo, que borra el amor, el perdón y la aceptación de lo diferente. Sin embargo, esta actitud de vida estéril y arrogante es denunciada enfáticamente por la palabra del Evangelio en los tres primeros domingos del Triodion.
Se sabe que tales extremos prevalecen especialmente durante los períodos en que la Iglesia invita a sus fieles a la disciplina espiritual y la vigilancia. Sin embargo, la auténtica vida espiritual es un camino de renovación interior, un éxodo de nosotros mismos, un movimiento amoroso hacia el prójimo. No se basa en síndromes de pureza y exclusión, sino en el perdón y el discernimiento, la doxología y la acción de gracias, según la sabiduría vivencial de la tradición ascética: “No es la comida, sino la glotonería lo que es malo… no hablar, sino hablar inútilmente… no el mundo, sino las pasiones ".
Con esta actitud y estos sentimientos, os pedimos también vuestras súplicas por la reapertura de la Sagrada Escuela Teológica de Halki, después de un largo período de cincuenta años de su injusto cierre ordenado desde arriba, mientras nosotros damos la bienvenida a la Santa y Gran Cuaresma en la Iglesia, cantando juntos "Dios está con nosotros"; a Él le pertenecen la gloria y el poder por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Santa y Gran Cuaresma 2021
✠ BARTOLOMÉ de Constantinopla
Ferviente suplicante por todos ante Dios
Homilia Catequética para a Santa e Grande Quaresma de 2021
✠ BARTOLOMEU,
PELA MISERICÓRDIA DE DEUS ARCEBISPO DE CONSTANTINOPLA-NOVA ROMA E PATRIARCA ECUMÉNICO
A TODO O PLEROMA DA IGREJA:
A GRAÇA E A PAZ DE NOSSO SENHOR E SALVADOR JESUS CRISTO E, DE NOSSA PARTE, ORAÇÃO, BÊNÇÃO E PERDÃO A TODOS VÓS
***
Veneráveis Irmãos, filhos e filhas bem-amados no Senhor,
Com a complacência e a graça de Deus, o doador de todas as coisas boas, estamos a entrar na Santa e Grande Quaresma, a arena das lutas ascéticas. A Igreja conhece os labirintos da alma humana e o fio de Ariadne, a saída de toda a estagnação espiritual – humildade, arrependimento, o poder da oração e dos ofícios sagrados, contrição, jejum que elimina as paixões, paciência, obediência à regra da oração. E assim a Igreja nos convida mais uma vez este ano para uma viagem divinamente inspirada, cuja medida é a Cruz e cujo horizonte é a Ressurreição de Cristo.
A veneração da Cruz no meio da Santa e Grande Quaresma revela o significado de todo esse período. A palavra de nosso Senhor ressoa fortemente: «Se alguém quer vir após mim, renuncie-se a si mesmo, tome a sua cruz cada dia, e siga-me» (Lc 9:23). Somos chamados a carregar a nossa própria cruz, seguindo o Senhor e contemplando a Sua vivificante Cruz, com a consciência de que o Senhor é o único que nos salva, e não o carregarmos a nossa cruz. A Cruz do Senhor é «o julgamento de nossos critérios», «o julgamento do mundo», e ao mesmo tempo a promessa de que o mal, em todas as suas formas, não tem a última palavra na história. Olhando para Cristo e sob a Sua proteção, como Aquele que permite a nossa luta, enquanto abençoa e fortalece o nosso esforço, lutamos a boa luta, atribulados por todos os lados, mas não esmagados; postos em extrema dificuldade, mas vencidos pelos impasses; perseguidos, mas não abandonados; prostrados por terra, mas não aniquilados» (2Cor 4:8-9). Esta é a quintessência da experiência também durante o período actual da Cruz e da Ressurreição. Estamos num caminho para a Ressurreição para a Cruz, através da qual «a alegria chegou ao mundo inteiro».
Alguns de vós podem perguntar-se por que a Igreja, no meio da pandemia actual, aumentaria às restrições de saúde já existentes mais uma «quarentena», ou seja, a Grande Quaresma. De facto, a Grande Quaresma também é uma «quarentena», um período que dura quarenta dias. No entanto, a Igreja não pretende nos enfraquecer ainda mais com obrigações e proibições adicionais. Pelo contrário, nos chama a dar sentido à quarentena que estamos a viver como resultado do coronavírus, através da Grande Quaresma, como libertação da escravidão às «coisas do nosso mundo».
A leitura do Evangelho de hoje estabelece as condições desta libertação. A primeira condição é o jejum, não no sentido de se abster apenas de alimentos específicos, mas também daqueles hábitos que nos mantêm ligados ao mundo. Tal abstinência não compreende uma expressão de desprezo pelo mundo, mas uma pré-condição necessária para reorientar a nossa relação com o mundo e para experimentar a alegria única de descobrir o mundo como domínio da testemunha cristã. É por isso que, mesmo nesta fase de jejum, a abordagem e a experiência da vida dos fiéis têm uma dimensão pascal, o sabor da Ressurreição. A «atmosfera da Quaresma» não é deprimente, mas alegre. É a «grande alegria» que foi proclamada pelo anjo como uma boa notícia «a todas as pessoas» no nascimento do Salvador (Lc 2:10). Esta é a inabalável «plenitude da alegria» (1Jo 1:4) da vida em Cristo. Cristo está sempre presente na nossa vida – Ele está mais perto de nós do que nós mesmos – todos os dias de nossa vida, «até ao fim dos séculos» (Mt 28:20). A vida da Igreja é um testemunho inabalável da graça que veio e da esperança do Reino, da plenitude da revelação do mistério da Economia Divina.
A fé é a resposta à amorosa condescendência de Deus para connosco; é o «Sim» de toda a nossa existência para Ele, que «inclinou os céus e desceu» para redimir a raça humana «da escravidão do inimigo» e para abrir para nós o caminho para a deificação através da graça. O amor sacrificial pelo próximo e o «cuidado» por toda a criação nascem e são alimentados por esse dom da graça. Se esse amor caridoso pelos outros e a preocupação divina pela criação estão ausentes, então o meu próximo se torna «o meu inferno» e a criação é abandonada a forças irracionais, que a transformam num objeto de exploração e num ambiente hostil para a humanidade.
A segunda condição da libertação prometida pela Grande Quaresma é o perdão. O esquecimento da misericórdia divina e da inefável beneficência de Deus, a violação do mandamento do Senhor de que nos devemos tornar o «sal da terra» e a «luz do mundo» (Mt 5:13-14), e uma falsa transformação do modo de vida cristão são atitudes que nos levam a uma «espiritualidade fechada» que só prospera na negação e na rejeição do «outro» e do mundo, acaba com o amor, o perdão e a aceitação do diferente. No entanto, essa atitude estéril e arrogante da vida é enfaticamente denunciada pela palavra do Evangelho nos três primeiros domingos do Triódion.
Sabe-se que tais extremos prevalecem especialmente durante períodos em que a Igreja convida seus fiéis à disciplina espiritual e à vigilância. No entanto, a autêntica vida espiritual é um caminho de renovação interior, um êxodo de nós mesmos, um movimento amoroso em direção ao próximo. Não se baseia em síndromes de pureza e exclusão, mas no perdão e discernimento, na doxologia e na acção de graças, de acordo com a sabedoria experiencial da tradição ascética: «Não é a comida, mas a gula que é má... não é o falar, mas a vã loquacidade... não é o mundo, mas as paixões».
Com esta atitude e estes sentimentos, amados irmãos e filhos, unimos as nossas orações às vossas, para que possamos superar finalmente a mortal pandemia e responder rapidamente às suas consequências sociais e econômicas. Pedimos também as vossas orações pela reabertura da Sacra Escola Teológica de Halki, após tão longo período de silêncio que lhe foi imposto de fora e de forma totalmente injusta, ao acolher a Santa e Grande Quaresma na Igreja, cantando e louvando juntos «Deus está connosco»; a Ele pertencem a glória e o poder pelos séculos sem fim. Amen!
Santa e Grande Quaresma de 2021
✠ Bartolomeu de Constantinopla
Fervoroso suplicante diante de Deus por todos vós.
Para ser lida nas igrejas no «Domingo do Perdão» (ou da Abstinência de Lacticínios), dia 14 de março de 2021, imediatamente após o Santo Evangelho.
miércoles, 10 de marzo de 2021
ΛΟΓΟΣ ΚΑΤΗΧΗΤΗΡΙΟΣ ΕΠΙ Τῌ ΕΝΑΡΞΕΙ ΤΗΣ ΑΓΙΑΣ ΚΑΙ ΜΕΓΑΛΗΣ ΤΕΣΣΑΡΑΚΟΣΤΗΣ
Ἀριθμ. Πρωτ. 200
+ Β Α Ρ Θ Ο Λ Ο Μ Α Ι Ο Σ
ΕΛΕῼ ΘΕΟΥ
ΑΡΧΙΕΠΙΣΚΟΠΟΣ ΚΩΝΣΤΑΝΤΙΝΟΥΠΟΛΕΩΣ - ΝΕΑΣ ΡΩΜΗΣ
ΚΑΙ ΟΙΚΟΥΜΕΝΙΚΟΣ ΠΑΤΡΙΑΡΧΗΣ
ΠΑΝΤΙ Τῼ ΠΛΗΡΩΜΑΤΙ ΤΗΣ ΕΚΚΛΗΣΙΑΣ,
ΧΑΡΙΣ ΕΙΗ ΚΑΙ ΕΙΡΗΝΗ
ΠΑΡΑ ΤΟΥ ΣΩΤΗΡΟΣ ΚΑΙ ΚΥΡΙΟΥ ΗΜΩΝ ΙΗΣΟΥ ΧΡΙΣΤΟΥ,
ΠΑΡ᾿ HΜΩΝ ΔΕ ΕΥΧΗ, ΕΥΛΟΓΙΑ ΚΑΙ ΣΥΓΧΩΡΗΣΙΣ
* * *
Τιμιώτατοι ἀδελφοί καί τέκνα ἐν Κυρίῳ εὐλογημένα,
Εἰσερχόμεθα, εὐδοκίᾳ καί χάριτι τοῦ ἀγαθοδότου Θεοῦ, εἰς τήν Ἁγίαν καί Μεγάλην Τεσσαρακοστήν, εἰς τόν δόλιχον τῶν ἀσκητικῶν ἀγώνων. Ἡ Ἐκκλησία, ἡ ὁποία γνωρίζει τούς λαβυρίνθους τῆς ἀνθρωπίνης ψυχῆς καί τόν μίτον τῆς Ἀριάδνης, τήν ὁδόν τῆς ἐξόδου ἀπό αὐτούς — τήν ταπείνωσιν, τήν μετάνοιαν, τήν δύναμιν τῆς προσευχῆς καί τῶν κατανυκτικῶν ἱερῶν ἀκολουθιῶν, τήν παθοκτόνον νηστείαν, τήν ὑπομονήν, τήν ὑπακοήν εἰς τόν κανόνα τῆς εὐσεβείας —, μᾶς καλεῖ καί ἐφέτος εἰς μίαν ἔνθεον πορείαν, μέτρον τῆς ὁποίας εἶναι ὁ Σταυρός καί ὁρίζων ἡ Ἀνάστασις τοῦ Χριστοῦ.
Ἡ προσκύνησις τοῦ Σταυροῦ, μεσούσης τῆς Ἁγίας καί Μεγάλης Τεσσαρακοστῆς, ἀποκαλύπτει τό νόημα τῆς ὅλης περιόδου. Ὁ λόγος τοῦ Κυρίου ἠχεῖ καί συγκλονίζει: «εἴ τις θέλει ὀπίσω μου ἔρχεσθαι ... ἀράτω τόν σταυρόν αὐτοῦ καθ᾿ ἡμέραν καί ἀκολουθήτω μοι». (Λουκ. θ’, 23). Καλούμεθα νά αἴρωμεν τόν ἰδικόν μας σταυρόν, ἀκολουθοῦντες τόν Κύριον καί ἀτενίζοντες τόν ζωηφόρον Σταυρόν Αὐτοῦ, ἐν ἐπιγνώσει ὅτι Κύριός ἐστιν ὁ σώζων καί ὄχι ἡ ἄρσις τοῦ ἡμετέρου σταυροῦ. Ὁ Σταυρός τοῦ Κυρίου εἶναι «ἡ κρίσις τῆς κρίσεώς μας», ἡ «κρίσις τοῦ κόσμου», καί συγχρόνως ἡ ὑπόσχεσις ὅτι τό κακόν, εἰς ὅλας τάς μορφάς του, δέν ἔχει τόν τελευταῖον λόγον εἰς τήν ἱστορίαν. Προσβλέποντες πρός τόν Χριστόν καί, ὑπό τήν σκέπην Αὐτοῦ ὡς τοῦἀγωνοθέτου, τοῦ εὐλογοῦντος καί κρατύνοντος τήν ἡμετέραν προσπάθειαν, ἀγωνιζόμεθα τόν καλόν ἀγῶνα, «ἐν παντί θλιβόμενοι ἀλλ᾿ οὐ στενοχωρούμενοι, ἀπορούμενοι ἀλλ᾿ οὐκ ἐξαπορούμενοι, διωκόμενοι ἀλλ᾿ οὐκ ἐγκαταλειπόμενοι, καταβαλλόμενοι ἀλλ᾿ οὐκ ἀπολλύμενοι» (Β´ Κορ. δ´, 8-9). Αὐτή εἶναι ἡ βιωματική πεμπτουσία καί κατά τήν σταυροαναστάσιμον αὐτήν περίοδον. Πορευόμεθα πρός τήν Ἀνάστασιν διά τοῦΣταυροῦ, διά τοῦ ὁποίου «ἦλθε χαρά ἐν ὅλῳ τῷ κόσμῳ».
Ἵσως τινές ἐξ ὑμῶν διερωτῶνται, διατί ἡ Ἐκκλησία, σοβούσης τῆς πανδημίας, προσθέτει εἰς τούς ἤδη ὑπάρχοντας ὑγειονομικούς περιορισμούς καί μίαν ἀκόμη «καραντίναν», αὐτήν τῆς Μεγάλης Τεσσαρακοστῆς. Πράγματι, καί ἡ Μεγάλη Τεσσαρακοστή εἶναι μία «καραντίνα», δηλαδή χρονική περίοδος διαρκείας τεσσαράκοντα ἡμερῶν. Ὡστόσον, ἡ Ἐκκλησία δέν ἔρχεται νά μᾶς ἐξουθενώσῃ ἔτι περαιτέρω μέ νέας ὑποχρεώσεις καί ἀπαγορεύσεις. Ἀντιθέτως, μᾶς προσκαλεῖ νά νοηματοδοτήσωμεν τήν καραντίναν πού βιώνομεν λόγῳ τοῦ κορωνοϊοῦ, μέσῳ τῆς Μεγάλης Τεσσαρακοστῆς, ὡς ἀπελευθερώσεως ἀπό τόν ἐγκλωβισμόν εἰς τά τοῦ «κόσμου τούτου».
Τό σημερινόν Εὐαγγελικόν ἀνάγνωσμα θέτει τούς ὅρους δι᾽ αὐτήν τήν ἀπελευθέρωσιν. Πρῶτος ὅρος εἶναι ἡνηστεία, ὄχι μέ τήν ἔννοιαν τῆς ἀποχῆς μόνον ἀπό συγκεριμένας τροφάς, ἀλλά καί ἀπό τάς συνηθείας ἐκείνας, αἱ ὁποῖαι μᾶς κρατοῦν προσκολλημένους εἰς τόν κόσμον. Ἡ ἀποχή αὐτή δέν συνιστᾷ ἔκφρασιν ἀπαξιώσεως τοῦκόσμου, ἀλλά ἀναγκαίαν προϋπόθεσιν ἐπαναπροσδιορισμοῦ τῆς σχέσεώς μας μέ αὐτόν καί βιώσεως τῆς μοναδικῆς εὐφροσύνης τῆς ἀνακαλύψεώς του ὡς πεδίου χριστιανικῆς μαρτυρίας. Διά τόν λόγον αὐτόν, καί εἰς τό στάδιον τῆς νηστείας, ἡ θέασις καί βίωσις τῆς ζωῆς τῶν πιστῶν ἔχει πασχαλινόν χαρακτῆρα, γεῦσιν Ἀναστάσεως. Τό «σαρακοστιανό κλῖμα» δέν εἶναι καταθλιπτικόν, ἀλλά ἀτμόσφαιρα χαρᾶς. Αὐτήν τήν «χαράν τήν μεγάλην» εὐηγγελίσατο ὁ ἄγγελος «παντί τῷ λαῷ» κατά τήν Γέννησιν τοῦ Σωτῆρος (Λουκ. β΄, 10), αὐτή εἶναι ἡ ἀναφαίρετος καί «πεπληρωμένη χαρά» (Α´ Ἰωαν. α΄, 4) τῆς ἐν Χριστῷ ζωῆς. Ὁ Χριστός εἶναι πάντοτε παρών εἰς τήν ζωήν μας, εὑρίσκεται πλησιέστερον εἰς ἡμᾶς ἀπό ὅσον ἡμεῖς εἰς τόν ἑαυτόν μας, πάσας τάς ἡμέρας, «ἕως τῆς συντελείας τοῦ αἰῶνος» (Ματθ. κη´, 20). Ἡ ζωή τῆς Ἐκκλησίας εἶναι ἀκατάλυτος μαρτυρία περί τῆς ἐλθούσης Χάριτος καί περί τῆς ἐλπίδος τῆς Βασιλείας, τῆς πληρότητος τῆς ἀποκαλύψεως τοῦμυστηρίου τῆς Θείας Οἰκονομίας.
Ἡ πίστις εἶναι ἡ ἀπάντησις εἰς τήν φιλάνθρωπον συγκατάβασιν τοῦ Θεοῦ πρός ἡμᾶς, τό «Ναί» μέ ὅλην μας τήν ὕπαρξιν εἰς τόν «κλίναντα οὐρανούς καί καταβάντα», διά νά λυτρώσῃ τό ἀνθρώπινον γένος «ἐκ τῆς δουλείας τοῦ ἀλλοτρίου» καί νά μᾶς ἀνοίξῃ τήν ὁδόν τῆς κατά χάριν θεώσεως. Ἐκ τῆς δωρεᾶς τῆς Χάριτος πηγάζει καί τρέφεται ἡ θυσιαστική ἀγάπη πρός τόν πλησίον καί ἡ «φροντίς» διά τήν κτίσιν ὅλην. Ἐάν ἀπουσιάζῃ αὐτή ἡφιλάδελφος ἀγάπη καί ἡ θεοτερπής μέριμνα διά τήν δημιουργίαν, τότε ὁ συνάνθρωπος καθίσταται ἡ «κόλασίς μου» καί ἡ κτίσις ἐγκαταλείπεται εἰς ἀλόγους δυνάμεις, αἱ ὁποῖαι τήν μεταβάλλουν εἰς ἀντικείμενον ἐκμεταλλεύσεως καί εἰς περιβάλλον ἐχθρικόν διά τόν ἄνθρωπον.
Ὁ δεύτερος ὅρος διά τήν ἀπελευθέρωσιν, τήν ὁποίαν ὑπόσχεται ἡ Μεγάλη Τεσσαρακοστή, εἶναι ἡ συγγνώμη. Λήθην τοῦ θείου ἐλέους καί τῆς ἀφάτου εὐεργεσίας, ἀθέτησιν τῆς Κυριακῆς ἐντολῆς, ὅπως καταστῶμεν τό «ἅλας τῆς γῆς» καί «τό φῶς τοῦ κόσμου» (Ματθ. ε´, 13-14), καί κακήν ἀλλοίωσιν τοῦ χριστιανικοῦ βιώματος, ἀποτελεῖ ἡ «κλειστή πνευματικότης», ἡ ὁποία ζῇ ἀπό τήν ἄρνησιν καί τήν ἀπόρριψιν τοῦ «ἄλλου» καί τοῦκόσμου, νεκρώνει την ἀγάπην, τήν συγχώρησιν καί τήν ἀποδοχήν τοῦ διαφορετικοῦ. Αὐτήν τήν ἄγονον καί ὑπεροπτικήν στάσιν ζωῆς, ἀποδοκιμάζει μέ ἔμφασιν ὁ Εὐαγγελικός λόγος κατά τάς τρεῖς πρώτας Κυριακάς τοῦΤριωδίου.
Εἶναι γνωστόν ὅτι τοιαῦται ἀκρότητες παρουσιάζουν ἔξαρσιν ἰδιαιτέρως κατά τάς περιόδους, εἰς τάς ὁποίας ἡἘκκλησία καλεῖ τούς πιστούς εἰς πνευματικήν γυμνασίαν καί ἐγρήγορσιν. Ὅμως, ἡ γνησία πνευματική ζωή εἶναι ὁδός ἐσωτερικῆς ἀναγεννήσεως, ἔξοδος ἀπό τόν ἑαυτόν μας, ἀγαπητική κίνησις πρός τόν πλησίον. Δέν στηρίζεται εἰς σύνδρομα καθαρότητος καί ἀποκλεισμούς, ἄλλά εἶναι συγγνώμη καί διάκρισις, δοξολογία καί εὐχαριστία, κατά τήν ἐμπειρικήν σοφίαν τῆς ἀσκητικῆς παραδόσεως: «Οὐ τά βρώματα, ἀλλ᾿ ἡ γαστριμαργία κακή…, οὐδέ τό λέγειν, ἀλλ᾿ ἡ ἀργολογία…, οὐδέ ὁ κόσμος κακός, ἀλλά τά πάθη».
Με αὐτήν τήν διάθεσιν καί τά αἰσθήματα, ἑνοῦντες τάς προσευχάς μας μαζί μέ ὅλους ἐσᾶς, ἀγαπητοί, διά τήν ὁριστικήν ὑπέρβασιν τῆς φονικῆς πανδημίας καί ταχεῖαν ἀντιμετώπισιν τῶν κοινωνικῶν καί οἰκονομικῶν συνεπειῶν της, καί ἐξαιτούμενοι τάς ἱκετηρίους ὑμῶν δεήσεις, διά τήν, πεντηκονταετίαν ὅλην μετά τήν ἄνωθεν, ὅλως ἀδίκως, ἐπιβληθεῖσαν σιωπήν, ἐπαναλειτουργίαν τῆς Ἱερᾶς Θεολογικῆς Σχολῆς Χάλκης, ὑποδεχόμεθα ἐν Ἐκκλησίᾳ τήν Ἁγίαν καί Μεγάλην Τεσσαρακοστήν, ιἄδοντες καί ψάλλοντες ὁμοθυμαδόν τό «Μεθ᾿ ἡμῶν ὁΘεός», ᾯ ἡ δόξα καί τό κράτος εἰς τούς ἀτελευτήτους αἰῶνας. Ἀμήν!
Ἁγία καί Μεγάλη Τεσσαρακοστή ,βκα´
† Ὁ Κωνσταντινουπόλεως
διάπυρος πρός Θεόν εὐχέτης πάντων ὑμῶν
---------------------
Ἀναγνωσθήτω ἐπ᾿ ἐκκλησίας κατά τήν Κυριακήν τῆς Τυρινῆς, ιδ΄ Μαρτίου, ἀμέσως μετά τό Ἱερόν Εὐαγγέλιον.
lunes, 1 de marzo de 2021
Oficios del mes de marzo de 2021 en la Catedral de Madrid
SÁBADO 06/03
SÁBADO DE LOS DIFUNTOS
Liturgia ………………………………………………………….…….. 10:15
Conmemoración de los Difuntos ……………………………………… 11:30
Vísperas del Domingo ………………………………………..……….. 18:30
DOMINGO 07/03
DOMINGO DE CARNAVAL
Maitines …………………………………………………….…………. 09:30
Liturgia …………………………………………………………….….. 10:15
MARTES 09/03
SS. 40 MÁRTIRES DE SEBASTE
Liturgia ………………………………………………………………... 10:15
SÁBADO 13/03
Vísperas del Domingo ……..………………………...………………... 18:30
DOMINGO 14/03
DOM. DEL PERDÓN; S. Bendito abad
Maitines ……………………………….…………….………………… 09:30
Liturgia ……….…….…..……………………...…………………...…. 10:15
MIÉRCOLES 17/03
S. ALEXIS HOMBRE DE DIOS; S. PATRICIO DE IRLANDA
Liturgia de los Dones Presantificados ……………….……………….. 19:00
VIERNES 19/03
I Salutación (Acatisto) a la SSma. Madre de Dios …………….…… 19:00
SÁBADO 20/03
MILAGRO CON COLIVA DE S. TEODORO GRAN MÁRTIR
Liturgia ……………………………………………………..…………. 10:15
Conmemoración de los Difuntos ……………………………………… 11:30
Vísperas del Domingo ……………………...................………...….…. 18:30
DOMINGO 21/03
DOM. I DE CUARESMA (Victoria de la Ortodoxia)
Maitines ………………...….…………...….…………………………. 09:30
Liturgia .…...……………………...……...…….................................... 10:15
Procesión de los Iconos Sagrados ………………………………….…. 11:30
MIÉRCOLES 24/03
ÓLEO SANTO ………..……………………..……………………….. 19:00
JUEVES 25/03
LA ANUNCIACIÓN DE LA SSMA. MADRE DE DIOS
Liturgia ………………………………………………………..………. 10:15
VIERNES 26/03
II Salutación (Acatisto) a la SSma. Madre de Dios ………………... 19:00
SÁBADO 27/03
II SÁBADO DE LOS DIFUNTOS
Liturgia ……………………………………………………...………… 10:15
Conmemoración de los Difuntos ……………………………………… 11:30
Vísperas del Domingo ………………………...……….……………… 18:30
DOMINGO 28/03
DOM. II DE CUARESMA (San Gregorio Palamás)
Maitines ……………………..…...……....…………………………… 09:30
Liturgia ……...……………………………...……...…..……………... 10:15
ADEMÁS, DIVINA LITURGIA EN UCRANIANO CADA DOMINGO A LAS 13:00