En la mañana del 28 de junio el Papa Francisco recibió a los miembros de la Delegación del Patriarcado de Constantinopla enviados por el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, y el Santo Sínodo, con motivo de la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo. Una fiesta que, curiosamente, se celebra el mismo día en los calendarios litúrgicos de Oriente y Occidente revelando “el coraje apostólico del anuncio” ha dicho el Papa Francisco a la Delegación. Además, esta visita – ha asegurado Francisco – “manifiesta los fuertes lazos que existen entre las Iglesias de Roma y Constantinopla” pero también “un compromiso común de caminar hacia la plenitud de comunión”.
El cuidado de la creación de Bartolomé I fue fuente de inspiración para el Papa
Durante su discurso, el Pontífice ha querido recordar el compromiso del Patriarca Ecuménico de salvaguardar la creación, algo que fue “una fuente de inspiración para mí”, les ha dicho el Papa. Y en este contexto, también les ha recordado que frente a la preocupante crisis ecológica que estamos experimentando, promover el cuidado de la casa común para los creyentes “no sólo es una urgencia que ya no debe posponerse, sino una forma concreta de servir a los demás, en el espíritu del Evangelio”.
Pero además de ir en sintonía con el cuidado de nuestro planeta, la Iglesia Católica y el Patriarcado Ecuménico también están unidos en la lucha contra las formas modernas de esclavitud, la recepción e integración de migrantes, prófugos y refugiados y la promoción de la paz a varios niveles.
Respeto y armonía: claves para el restablecimiento de la unidad plena entre católicos y ortodoxos
Recordando su reciente viaje a Bulgaria y Rumania, el Papa ha recordado a la Delegación del Patriarcado de Constantinopla que fue una oportunidad para él de apreciar la riqueza espiritual presente en la ortodoxia: “Quiero decirles que volví de esos países con un mayor deseo de comunión. Estoy cada vez más convencido de que el restablecimiento de la unidad plena entre católicos y ortodoxos tiene lugar a través del respeto por las identidades específicas y la coexistencia armoniosa en la diversidad legítima” les dijo el Papa.
Diálogo en una diversidad legítima, no absorción
El Papa también aseguró que, como obispo de Roma, quería reiterar que para los católicos el propósito del diálogo “es la plena comunión en una diversidad legítima, no el aplanamiento estandarizado ni la absorción”. Y por esta razón – dijo – “me parece precioso compartir en nuestras reuniones nuestras raíces, redescubrir el bien que el Señor ha sembrado y hecho crecer en el otro y darnos unos a otros recíprocamente, aprender unos de otros, ayudarnos a no tener miedo del diálogo y de la colaboración concreta”.
Por último, el Santo Padre subrayó que el escándalo de las divisiones que aún no se han curado por completo tan sólo puede eliminarse “con la gracia de Dios mientras caminamos juntos, acompañando los pasos de otros con la oración, anunciando el Evangelio en armonía, trabajando para servir a los necesitados, dialogando en la verdad, sin dejarnos condicionar por el prejuicio del pasado”. Y solo así – concluyó – “nos encontraremos y sabremos apreciar más nuestras identidades. Creceremos en conocimiento y afecto mutuo. Experimentaremos que, más allá de las diferencias, es realmente mucho más lo que nos une y nos impulsa a avanzar juntos”.
Fuente: Vatican News