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domingo, 25 de febrero de 2018

Domingo de la Ortodoxia 2018 en la Catedral de Madrid

Como es sabido, el primer Domingo de la Santa y Gran Cuaresma está dedicado a la victoria de la fe ortodoxa contra la gran herejía de la iconoclasia. En la Iglesia Catedral de la Sacra Metrópolis Ortodoxa de España y Portugal fueron celebrados el 25 de febrero de 2018 el Oficio de Maitines y la Divina Liturgia Pontifical de San Basilio el Grande por parte del Eminentísimo Metropolita Policarpo de España y Portugal, teniendo como concelebrante al Arcipreste Veniamín.

Al término de la Liturgia tuvo lugar la procesión de los iconos sagrados alrededor de la Catedral, y de vuelta en el Templo el Metropolita ha leído parte del Gran Sinodicón de la Ortodoxia (ver abajo) y ha explicado brevemente qué significa desde el punto de vista teológico la palabra griega "ortodoxia", exhortando paternamente a todos los numerosos fieles presentes, provenientes de varias naciones, a conservar vigorosamente este inestimable tesoro que poseen, es decir, la santa fe ortodoxa católica, sobre todo aquí en la Diáspora y especialmente en el difícil y particular territorio de la Península Ibérica.

Gran Sinodicón de la Ortodoxia


Tal y como vieron los Profetas; tal y como enseñaron los Apóstoles; tal y como recibió la Iglesia; tal y como dogmatizaron los Doctores; tal y como acordó el Universo; tal y como resplandeció la Gracia; tal y como se mostró la Verdad; tal y como se desterró la falsedad; tal y como habló con franqueza la Sabiduría; tal y como Cristo premió: Así entendemos, así decimos, así proclamamos a Cristo nuestro Dios verdadero y honramos a sus Santos con palabras, con escritos, con el pensamiento, con sacrificios, en los Templos y en las Imágenes. A Él le adoramos y veneramos como Dios y Señor, y honramos a Sus Santos y les rendimos devoción por la relación que tienen con Él como auténticos servidores Suyos. Esta es la fe de los Apóstoles, esta es la fe de los Padres, esta es la fe de los Ortodoxos, esta es la fe que sostuvo el Universo. Por tanto, aclamamos fraternamente a los Heraldos de la fe, a la gloria y honor de esa fe por la cual lucharon, y decimos: Que sea eterna la memoria de los devotos Emperadores Defensores de la Ortodoxia, de los Santos Patriarcas, Obispos, Doctores, Mártires y Confesores. Imploramos a Dios ser enseñados y fortalecidos por las hazañas y enseñanzas de estos que lucharon por su fe hasta la muerte, y ser imitadores de su bondad hasta el final, y ser dignos de sus intercesiones. Por la misericordia y la gracia del Primer Gran Sumo Sacerdote Jesucristo nuestro Dios verdadero, por la intercesión de nuestra gloriosa Señora la Madre de Dios y siempre Virgen María, de los Ángeles y de todos los Santos. Amén.