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martes, 31 de enero de 2017
lunes, 30 de enero de 2017
"Reconciliación: el amor de Cristo nos apremia". Homilía del P. Demetrio Sáez en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de Móstoles (Comunidad de Madrid)
RECONCILIACION: EL AMOR DE CRISTO NOS APREMIA
Muchas situaciones humanas son tan complejas, tan difíciles de resolver, tan pesadas, tan angustiosas, que sólo existe una salida: perdonar. El problema que se presenta hoy en muchos cristianos es la falta de dimensión ascética. Como Cristo ha pagado ya por nuestros pecados, podemos hacer lo que nos plazca. El pensamiento actual es: "¡Es que yo soy así, porque es como Dios me ha hecho y como Dios me ama, él me perdona, por lo que no tengo porqué cambiar de vida!". Ante la ofensa de una persona de este tipo, la reacción inmediata es la venganza, pero la venganza agrava el problema. No hay que permitir, como dice Evagrio el Póntico, que el demonio se ría dos veces: la primera cuando nos ofenden y la segunda cuando nos vengamos. Además, si aplicáramos el conocido "ojo por ojo", pronto toda la humanidad estaría tuerta. Sólo con el perdón es cómo podemos romper la cadena de represalias y venganzas mutuas y de la amargura autodestructiva. Sin perdón no hay esperanza de comenzar de nuevo.
Un buen ejemplo de esto fue un venerable sacerdote griego, el P. Papastavros, que durante la ocupación alemana y la posterior guerra civil en Grecia, había visto morir en condiciones trágicas a sus padres, sus hermanos y hermanas, su mujer y sus hijos, excepto el más pequeño. Pasado el tiempo, cuando le preguntaban a éste último por la situación de su padre, contestaba: "mi padre ahora es libre, porque ha perdonado a todos". San Silvano del Monte Athos decía: "Allí donde está el perdón, está también la libertad.
Y sin embargo ¡qué difícil, qué dolorosamente difícil es perdonar y ser perdonado! No es pues de extrañar la importancia crucial que se le da al perdón en la oración que el mismo Cristo nos enseñó: de las 57 palabras que tiene el Padre Nuestro en griego, 14, es decir, la cuarta parte, se refieren al perdón otorgado y recibido. En una oración tan completa, tan concisa, esto llama la atención. Si el Señor nos apremia tanto sobre el perdón en la oración que nos transmitió, es porque no puede haber verdadera oración si no hay espíritu de perdón.
En la interpretación patrística del Padre Nuestro, uno de los temas dominantes es el de la unidad de toda la humanidad. No decimos "Padre mío que estás en los cielos" ni tampoco "dame mi pan de cada día". Cada uno de nosotros no pedimos individualmente el perdón de nuestras ofensas ni que nos libre del mal. Nuestra plegaria es pública y común. Cuando rezamos no lo hacemos por una sola persona, sino por todo el pueblo, porque uno solo es el pueblo de Dios. Esta percepción de nuestra unidad humana encuentra su fundamento en la doctrina cristiana sobre Dios: creemos en un Dios que es Trinidad; creemos en un Dios que no es sólo un Dios personal, sino interpersonal; creemos en la comunión que existe entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Como consecuencia, los humanos somos salvados no aisladamente, sino en comunión los unos con los otros.
Cuando le decimos a Dios "perdónanos", le estamos pidiendo el perdón no sólo por nuestros pecados personales, sino por todos los pecados que son comunes a nuestra naturaleza, porque toda la raza humana es heredera de Adán. . Aunque estuviéramos exentos de pecados personales, cosa que nadie puede pretender, todos participamos de la naturaleza de Adán y, por lo tanto, de las consecuencias de su caída. Así, pidiendo el perdón, ponemos nuestra voluntad en armonía con el resto de la raza humana, mientras que si rechazamos el perdón nosotros mismos nos separamos del resto de la humanidad. Existe una solidaridad mística que nos une los unos a los otros. Ninguno de nosotros cae sólo, sino que arrastra a los demás en su caída, de la misma manera que tampoco es perdonado y salvado sólo. El perdón no es solitario, sido solidario.
En la petición de reconciliación entre Dios y nosotros y entre nosotros mismos, hay una palabra a la que no damos importancia y que, sin embargo, es la clave de nuestra salvación: me refiero al adverbio "cómo". Con esta palabra nos aplicamos a nosotros mismos con un rigor absoluto aquellas otras palabras de Cristo: "Con la medida que midiereis, seréis medidos". Es como si estuviéramos dando instrucciones a Dios de cómo actuar: "si yo no perdono a los otros, le estamos diciendo, tampoco tú me perdones a mí". En ningún otro lugar, en ninguna otra plegaria le estamos dando a Dios una orden así.
En realidad no estamos negociando con Dios, sino que se trata de lo que podríamos llamar una "inversión de imitación"; es decir, si nosotros estamos llamados a imitar a Dios y sólo él tiene el poder de perdonar los pecados, lo único que debemos hacer es perdonar a los demás si queremos ser imitadores de Dios. Este sería el esquema normal, pero san Gregorio de Nisa propone una interpretación, y así lo dice él, más atrevida: invertir los términos, es decir, servir nosotros de ejemplo a Dios; en lugar de ser nosotros los imitadores que sea él quien nos imite a nosotros. Sería como decirle:" Lo que yo he hecho hazlo tú también; imita a este siervo tuyo, Señor. Como yo he perdonado, perdona tú también y así como practico la caridad con mi prójimo, imita tú también este amor, tú que por naturaleza eres el amor misericordioso". Este es el verdadero significado del adverbio "como". Porque ¿qué pasaría si Dios nos perdonara de la misma manera que lo hacemos nosotros?
El perdón no solamente debe ser ofrecido, sino también aceptado. Dios llama a la puerta del corazón humano, pero no fuerza la cerradura, se queda esperando a que le abramos desde el otro lado. No es que Dios no esté deseoso de perdonar, sino que si por nuestra parte endurecemos nuestro corazón y negamos a los otros el perdón, nos quedamos excluidos del perdón divino. Cerrando nuestro corazón a los demás, se lo cerramos a Dios; rechazando a los otros, le rechazamos también a él. Si no perdonamos, nos situamos fuera del movimiento de amor que nos libera. Dios no nos excluye de su perdón, nos excluimos nosotros.
Por otra parte, el que perdonemos a los demás no es la causa, no es la razón del perdón de Dios hacia nosotros, sino la condición sin la cual el perdón divino no puede penetrar en nuestro interior. El perdón de Dios es un don que jamás podríamos alcanzar por nuestros propios medios, así que lo que de verdad cuenta no son tanto los méritos que le presentemos al Señor, sino la disposición con que nos presentemos ante él. Me viene a la memoria el recuerdo de Santa María la Egipcia que, cuando se vio pecadora se marchó al desierto a llorar el resto de su vida, no para ablandar a Dios con sus lágrimas y obtener el perdón, tampoco para hacer penitencia, sino por amor a Dios que la había liberado y por el conocimiento que tuvo de lo que era el pecado en toda su realidad y en el que ya no quería volver a caer.
Nuestra relación con Dios y nuestra relación con nuestros semejantes son tan interdependientes que, como vuelve decir san Silvano del Monte AThos: "nuestro hermano es nuestra vida". Esto es verdad en sentido ontológico, no en el sentimental: el amor a Dios y el amor al prójimo no son dos amores, sino uno sólo. Todo lo que hagamos, nos advierte san Cipriano de Cartago, los sufriremos nosotros mismos; por eso, al decir "perdónanos como nosotros perdonamos" estamos poniendo en nuestras propias manos la sentencia con que se nos juzgará.
Como padre de monjes quisiera compartir con ustedes cuatro consejos prácticos sobre el perdón :
1.- NO RETRASAR EL PERDON. Las armas del demonio son la nostalgia o el aplazamiento; sus palabras son "demasiado tarde" o "demasiado pronto". Pero donde el demonio dice "ayer" o "mañana", el Espíritu Santo dice "hoy". El tiempo del perdón es el "ahora" y lo fundamental es perdonar "ahora" en nuestro corazón. La acción exterior hay que tomarla con prudencia. El perdón significa curación y la curación lleva su tiempo. A veces, las peticiones prematuras de perdón pueden empeorar las cosas. Si tratamos de imponernos al otro sin pensar primero en descubrir, bien por un esfuerzo de nuestra imaginación bien por simpatía, lo que el otro piensa y siente, corremos el riesgo de ahondar el abismo que nos separa en lugar de tender puentes. Sin aplazar definitivamente las cosas, a veces es conveniente hacer una pausa; no en una indiferencia pasiva, sino poniendo en manos de Dios una espera vigilante hasta que se manifieste claramente el momento oportuno de la acción.
2.- PERDONAR AL OTRO PERO ESTAR IGUALMENTE DISPUESTOS A ACEPTAR EL PERDON QUE EL OTRO NOS OFRECE. Es difícil perdonar, pero mucho más difícil es reconocer que también nosotros tenemos, con frecuencia, la necesidad de ser perdonados. Hay que tener la humildad de reconocer esa necesidad porque el orgulloso no puede recibir la gracia de Dios. Muchas reconciliaciones se malogran porque las dos partes acuden dispuestas a perdonar, pero no a ser perdonadas.
3.- PERDONAR A LOS DEMAS PERO PERDONARNOS TAMBIEN A NOSOTROS MISMOS. Parece que hoy día el hombre moderno no quiere aceptar el perdón y la gracia. En su orgullo prefieren antes el castigo. Cuando Cristo dice que hay un pecado imperdonable, el de la blasfemia contra el Espíritu Santo, se refiere a esto, al deseo de no ser perdonado. Perdonarse a sí mismo es equivalente a aceptar el perdón de Dios y el de los demás, a pesar del combate que se entabla con el demonio que trata de convencernos de que no somos dignos, de que somos demasiado malvados, de que eso no es para nosotros. ¡Cuántas veces hemos oído decir: "Nunca me perdonaré esto o lo otro! Sin embargo ¿cómo podemos aceptar el perdón de los demás si no lo recibimos de nosotros mismos? Permaneciendo en ese estado medio encolerizados, medio angustiados, nos creamos nuestro propio infierno. Judas se arrepintió de su acción, pero el examen de sí mismo le llevó no a una segunda oportunidad, sino a la desesperación; incapaz de perdonarse a sí mismo fue incapaz de aceptar el perdón de Dios y terminó por suicidarse. En cuanto a Pedro, siguió otro camino. Viéndose a sí mismo cuando cantó el gallo lloró amargamente lágrimas de remordimiento. Pero este remordimiento no le llevó a la desesperación, al contrario, cuando vio junto al lago a Cristo resucitado, no se alejó de él para encerrarse en su "infierno personal", antes bien, se acercó al Señor lleno de esperanza. Aceptando el perdón de Cristo y perdonándose a sí mismo pudo comenzar de nuevo.
4.- LA ORACION. Si todavía no encontramos en nuestro corazón la posibilidad de perdonar al otro, al menos recemos por él. San Silvano del Monte Athos, que tanto he citado, nos dice: "si rogáis por vuestros enemigos la paz vendrá a vosotros. Pidamos, pues, a Dios no hacer más pesada la carga de los demás, no ser para los otros causa de escándalo o de pecado. Y si a pesar de la oración no nos sentimos capaces de perdonar de verdad, al menos pidamos a Dios el experimentar el deseo, las ganas de perdonar. Hay situaciones en las que desear verdaderamente algo es casi como tenerlo. Como aquel hombre que llevó a su hijo enfermo ante Cristo y que gritaba llorando "Creo, Señor, pero aumenta mi poca fe". Gritemos también nosotros con lágrimas "Perdono, Señor, pero aumenta mi capacidad de perdonar" Poco a poco, gradualmente, vendrá el momento en que seremos capaces de acordarnos con amor de aquellos que nos han ofendido. Invocando la ayuda de Dios y reconociendo nuestra propia incapacidad llegaremos a reconocer esta verdad primordial: que siendo el perdón una prerrogativa divina no es simplemente una acción nuestra, sino la acción de Dios en nosotros.
Amén.
Archimandrita Demetrio (Sáez)
Homilía pronunciada en Móstoles, 17 de Enero de 2017
"El Hijo Pródigo". Homilía del P. Demetrio Sáez en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de Alcorcón (Comunidad de Madrid)
HOMILIA SOBRE S. LUCAS, 15, 1-24 "EL HIJO PRODIGO"
Jesús quiere justificar su comportamiento con publicanos y pecadores que tanto escandaliza a escribas y fariseos. Frente a los justos que se indignan por la acogida que dispensa a los pecadores, el Señor les presenta la imagen de Dios, verdaderamente Padre.
La parábola del "hijo pródigo" es quizás la más conocida, o de las más conocida de los Evangelios, pero quizás deberíamos cambiarle el título por el de la "Parábola de un padre bueno que tenía dos hijos malos". Aunque la ley judía permitía el reparto de la herencia en vida, por razones culturales y económicas este hecho se veía muy mal, incluso se consideraba pecado. Por otra parte, como el menor de los hijos recibía 1/3 de la herencia debemos pensar que aquel padre era muy rico. Así que el joven, rico e inexperto, se lanza a recorrer el mundo lleno de planes y esperanzas. Un joven de buen humor y con el bolsillo lleno no ha de esperar mucho tiempo para encontrar compañía de todo tipo sin percatarse de la clase de gente que le hace la corte. Cuando falló el dinero, le abandonaron todos como se tira un limón exprimido. Cayó por la pendiente de la deshonra hasta tener que convivir con los cerdos que, para un judío, no sólo es lo más bajo de la sociedad, sino que estaba contaminado religiosamente.
El hambre y la soledad forzada hacen recapacitar al joven y decide volver a la casa paterna. Algo más debió haber, porque si hubiera sido sólo por hambre se habría ofrecido como jornalero a otro hacendado de la zona. Así que el que partió rico, lleno de petulancia y pagado de sí mismo, vuelve abatido, cabizbajo y harapiento.
En este hijo estamos retratados todos nosotros. Es una alegoría de la humanidad entera. Hemos derrochado la herencia moral, espiritual y religiosa que habíamos recibido de Dios. Nuestro orgullo nos ha llevado a la catástrofe. Abandonando a Dios nos postramos ante los ídolos de la riqueza, la sensualidad, la fama, la soberbia. Un mundo laico que ha dejado a Dios, que ha partido de la casa del Reino del Padre y que ha derrochado la riqueza de la gracia divina, desemboca necesariamente en el callejón sin salida de la incredulidad. La tragedia del estado de necesidad económica del mundo actual es consecuencia de su crisis moral. Al llegar a este estado, el hombre, o se aferra a una obstinación a ultranza, o se gloría de adoptar una actitud de indiferencia o bien llega a encontrar de nuevo el camino de la fe y con ésta, a una felicidad nuevamente lograda y apreciada ahora de muy distinta manera que antes.
Lo que empujó al hijo a marcharse no fue ni la malévola oposición del padre, ni tampoco un desagradecimiento interior, sino un gozo desbordante de vivir, el gusto a la aventura, el deseo de lo remoto, la curiosidad de lo ignorado, la osadía y el anhelo de nuevas experiencias. El padre no retiene al hijo que se va, ni tampoco le sigue: es bueno que pruebe lo que es la vida fuera de la casa paterna. También Dios deja que hombre siga el camino que él mismo ha elegido y que cada uno vaya como quiera y desee. Después que el hombre, por deseo de Dios, ha sido creado a su imagen, es decir, en y para la libertad, Dios le deja, consecuentemente, su espacio de libertad. Y cuando el hombre está convencido de que puede decidir y determinar él solo, se da cuenta de que su deseo de subir se convierte en una abúlica caída hasta terminar entre cerdos y pasar hambre. Sólo que es curioso que los hombres, mientras todo les va bien no se ocupan de Dios, sino que quieren hacer y decidir todo por sí mismos. Pero, si a causa de sus decisiones les va mal y se encuentran en apuros, le echan la culpa a Dios. El hombre que rechaza la gracia debe sentir qué es la vida sin ella.
Y mientras tanto ¿qué hace el padre? El padre respeta la libertad del hijo. Aguarda, confía, está al acecho. No se preguntaba por lo que haría o lo que diría; pensaba solamente ¡si viniera ahora! Y apenas lo vio se conmovió su cariño y amor. No le pasa cuentas, sino que lo acoge con un amor loco. No le pone condiciones, sino que lo reintegra a una posición superior a la que tenía antes. Perdona, olvida, regala. Igual hace Dios, porque Dios es amor y el amor se pone más en las obras que en las palabras.
Dios también espera. Espera en las desviaciones del individuo y en las desviaciones de los pueblos. Dios espera en el silencio; cree en el fondo de bondad que hay en cada uno de nosotros. Nunca es demasiado tarde para el arrepentimiento, nunca hay situaciones desesperadas. Habría fundamento para el pesimismo si Dios no esperara, pero todo retorno halla los brazos abiertos; no se da tiempo ni siquiera para la confesión de la propia miseria, no hay una palabra de exhortación penitencial, ni un pedante "ya te lo decía yo", ni la recomendación "a ver si ahora de comportas como un hombre", ni el odioso comparativo "aprende de tu hermano". Nada de eso, de la vuelta surgen el amor más intenso y el lazo más fuerte.
Es asombrosa la revelación que nos hace Jesús ¡Hasta qué punto somos amados! ¿Qué significan todas nuestras tonterías y todos nuestros crímenes ante ese impulso "ha vuelto a la vida" "lo he encontrado"? ¿Por qué es tan difícil verse amado por Dios? ¿No será porque también nosotros participamos de la opinión de los escribas y fariseos: "ese acoge a los pecadores y come con ellos"? También nosotros nos cerramos muchas veces al amor. "Fíjate nuestro párroco, que tiene amistad con protestantes y come y reza con ellos. Fíjate en nuestro obispo que les ha dejado un templo a esos desharrapados de ortodoxos". En vez de alegrarnos, protestamos y nos escandalizamos; nos ponemos a juzgar en vez de abrir nuestros brazos. Comprendo muy bien la dificultad: si se acepta todo ¿de qué sirve la moral? ¿Qué clase Dios es ese que todo lo acepta? Hemos sido formados en la condena del desorden, así que no hemos de ser complacientes ni hemos de dejar dudas de nuestra oposición ¡Estamos defendiendo a Dios cuando defendemos sus leyes y nos mostramos firmes!
Y entonces ¿cómo abrir los brazos? ¿Cómo imitar al padre de la parábola en su manera absolutamente loca de acoger a aquel sinvergüenza que vuelve porque pasa hambre? ¡Pero vuelve! El movimiento del padre es ante todo de amor, sin preguntarse por cuál habría de ser su comportamiento justo. Luego ya se verá cómo habrá que ordenar las cosas, pero lo más urgente es perdonar y amar. Nosotros, los justos, queriendo ser justos, pensamos ante todo en juzgar, en hacer las observaciones necesarias, en delimitar el mal, en ver lo que puede haber de aceptable. Y luego, cuando todo esté bien claro, cuando se hayan hecho las oportunas averiguaciones, se podrá perdonar y amar.
El noventa por ciento de las veces se fracasa. Jesús lo constató al observar los esfuerzos reales de los justos de su tiempo, los fariseos y los escribas: partiendo de la justicia, no llegan nunca al amor. Intentan amar, pero se quedan en los límites estrechos y arrinconan fatalmente a Dios en eses límites: "De todas formas, piensan, Dios no puede amar a los pecadores". Si lo dijo Jesús, hemos de aceptar que Dios los ama en general: eso nos tranquiliza y va bien para alguno que otro. Pero ¿a ese otro? ¡Ni hablar! A ése, a "ésos", Dios no los puede amar. Pero lo cierto es que Jesús nos dice que ninguno es rechazado, que Dios es, de verdad, el padre de la parábola. No es que tengamos que aceptarlo todo, ya que tenemos que luchar contra el pecado y en favor de la justicia, pero en el amor. Amándonos es como Dios nos libra del pecado, como combate en nosotros el pecado, no aplastándonos y rechazándonos. Que entremos en nosotros, nos examinemos y volvamos atrás es gracia de Dios. Que nos cobije con su amor, que olvide todo nuestro pasado, que no tenga en cuenta las deudas contraídas con el pecado y que nos trate mejor que antes, es el misterio incomprensible de su gracia.
En griego, una lengua muy rica para los matices, hay tres palabras para designar el amor: filía, èrotas y agapi. El amor de Dios es agapi porque es gratuito, porque no actúa por méritos o deméritos de la otra persona. Dios nos ama no porque seamos buenos o malos, sino porque él es amor. Su amor es previo a nuestras cualidades o faltas. Si hubiera que resaltar algo de ese amor es que ama más a los malos. Dios ama porque sí, porque quiere, porque amándonos nos hace buenos. Es un amor creativo, libre, gratuito, da la existencia a todas las cualidades y como el amor es preferencial, Dios nos prefiere a cada uno de nosotros.
Dios no se resigna a las rupturas, las separaciones, las divisiones, los alejamientos. Siempre da el primer paso para restaurar y unificar lo separado. Siempre sale al encuentro del hombre perdido, errático, destrozado.
La vida del hombre está relacionada intrínsecamente con la imagen que tenga de Dios. A un Dios justo, corresponde una vida de creyente basada en la justicia. A un Dios vengativo corresponde una vida basada en la venganza. A un Dios de amor, corresponde una vida basada en la entrega a los demás.
Que el Señor nos ayude a hacer ese cambio para adquirir el verdadero reflejo del Evangelio: situarse siempre en el amor y el perdón. Cuando me juzgo a mí mismo, pensar que el Padre me ama y me perdona. Cuando he de juzgar a los demás, pensar ante todo en amar y perdonar como Dios los ama y los perdona.
Archimandrita Demetrio (Sáez)
Homilía pronunciada en la Parroquia de S. Saturnino de Alcorcón, 25-01-2017
sábado, 28 de enero de 2017
Βαρκελώνη - Επίσκεψη Του Έλληνα Υφυπουργού Εξωτερικών Στην Ενορία Μας
Στις 23 Ιανουαρίου, στις 5 το απόγευμα είχαμε την ιδιαίτερη χαρά και τιμή να υποδεχτούμε στην ενορία μας τον Έλληνα υφυπουργό εξωτερικών κ.Ιωάννη Αμανατίδη καθώς και τον Έλληνα πρέσβη στην Ισπανία κ.Χριστόδουλο Λάζαρη.
Ο κ.Αμανατίδης κατέχει επίσης και τη θέση του Γενικού Γραμματέα της Διακοινοβουλευτικής Συνέλευσης Ορθοδοξίας, ενός παγκόσμιου οργανισμού, που σκοπό έχει την ενθάρρυνση επαφών κοινοβουλευτικών, πολιτικών, εκκλησιαστικών, ακαδημαϊκών και πνευματικών προσωπικοτήτων ή θεσμών για την ανάπτυξη της ορθόδοξης κληρονομιάς.
Ο π.Χριστόδουλος συνοδευόμενος απο την εκκλησιαστική επιτροπή της ενορίας καλωσόρισαν τον κ.υφυπουγό και τον κ.πρέσβη και τους μετέφεραν τον χαιρετισμό του σεβασμιωτάτου ποιμενάρχου κ.Πολυκάρπου, ο οποίος για ποιμαντικούς λόγους βρισκόταν εκτός Ισπανίας εκφράζονοντάς τους και τη χαρά του για την επίσκεψη αυτή. Στην υποδοχή παρευρέθηκε επίσης και ο προϊστάμενος του μεγάλου ναού Basilica de la Concepcion, Dr.Ramon Corts, ο οποίος υπήρξε πάντα μεγάλος βοηθός στην κάθε δυσκολία. Ο π.Χριστόδουλος και οι ενορίτες αναφέρθηκαν στα αρχικά προβλήματα και τις δυσκολίες που αντιμετώπισαν, αλλά και στις δραστηριότητες της ενορίας που συν τω χρόνω γίνονται ευκολότερες και αντιμετωπίσιμες, ενώ δεν παρέλειψαν να αναφερθούν και στην άριστη συνεργασία με την καταλανική κυβέρνηση, την ρωμαιοκαθολική εκκλησία και ιδιαίτερα με τον επίτιμο πρόξενο της Ελλάδας στη Βαρκελώνη, κ.Fernando Turro.
Ο κ.υφυπουργός ανέφερε οτι ειναι ευτυχής για τη συνάντηση αυτή και τους διαβεβαίωσε πως είναι πρόθυμος και διαθέσιμος σε μία μελλοντική συνεργασία,ενώ δεν παρέλειψε να τονίσει τα προβλήματα και τις δυσκολίες της χώρας μας,καλώντας μας σε ενότητα και σε προβολή της Ελλάδας και της παράδοσης. Ο κ.Λάζαρης με τη σειρά του, ο οποίος για πρώτη φορά βρέθηκε στην εκκλησία μας ως πρέσβης, έδειξε μεγάλο ενδιαφέρον να μας γνωρίσει καλύτερα, να μελετήσει τις ανάγκες μας και υποσχέθηκε να είναι δίπλα μας σε ότι χρειαστούμε.
Μετά την επίσκεψη στον ναό μας οι κ.Αμανατίδης και Λάζαρης συναντήθηκαν με την πρόεδρο και τα μέλη της ελληνικής κοινότητας Καταλονίας.
miércoles, 25 de enero de 2017
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2017 en nuestra Catedral de Madrid
El martes 24 de enero de 2017 a las 20:00, en el marco de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, fue celebrado un Oficio de Vísperas en la Santa Iglesia Catedral de los Santos Andrés y Demetrio de Madrid, Iglesia Madre de nuestra Metrópolis.
El Oficio fue presidido desde el Trono Episcopal por S.E. Policarpo, Arzobispo-Metropolita de España y Portugal y Exarca del Mar Mediterráneo. En el altar estuvo el P. Archimandrita Demetrio (Sáez), Provicario Metropolitano. La predicación corrió a cargo del Revmo. Carlos López Lozano, Obispo de la Iglesia Española Reformada Episcola (IERE, Comunión Anglicana), y versó sobre la misericordia.
Fotografía: Revdo. Canónigo Spencer Reece, Secretario Nacional de la IERE
lunes, 23 de enero de 2017
Divina Liturgia pontifical em Lisboa
No domingo 22 de Janeiro de 2017 o Metropolita Policarpo de Espanha e Portugal celebrou a Divina Liturgia pontifical na...
Publicado por Sacra Metrópolis de España y Portugal - Patriarcado Ecuménico en Lunes, 23 de enero de 2017
Ação em favor da unidade da Ucrânia em Lisboa
No domingo 22 de Janeiro de 2017 o P. Arquimandrita Philip, Vigário Metropolitano para Portugal e Galiza, participou com o P. Ihor Nevinsky, pároco de Lisboa, e cidadãos ucranianos residentes em Portugal (incluída a Embaixadora Inna Ohnivets) numa das ações levadas a cabo em favor da unidade de Ucrânia e o fim da agressão estrangeira.
Fotografia: Embaixada da Ucrânia em Portugal
domingo, 22 de enero de 2017
Divina Liturgia y Gran Bendición de las Aguas en Granada (Andalucía)
El domingo 22 de enero de 2017 a las 12:00 el P. Arcipreste Tarás Petrunyak, Vicario Metropolitano para España Meridional, celebró la Divina Liturgia en la Parroquia de la Protección de la Santa Madre de Dios de Granada.
Al final de la Liturgia se celebró el Oficio de la Gran Bendición de las Aguas (Gran Hagiasma) con motivo de la reciente fiesta de la Santa Teofanía de nuestro Señor Jesucristo según el calendario juliano (19 de enero).
Fotografía: P. Arcipreste Tarás Petrunyak
jueves, 19 de enero de 2017
'Vertep' en la Catedral de Madrid
El domingo 15 de enero de 2017 a las 14:30, tras la celebración de la Divina Liturgia, los alumnos de nuestra Parroquia...
Publicado por Sacra Metrópolis de España y Portugal - Patriarcado Ecuménico en Jueves, 19 de enero de 2017
viernes, 13 de enero de 2017
Βαρκελώνη - Χριστούγεννα 2016, Πρωτοχρονιά, Θεοφάνεια 2017 στην Ενορία μας
Μέσα σε κλίμα κατάνυξης και μεγάλης χαράς γιορτάσαμε και φέτος τη γέννηση του Σωτήρα και Λυτρωτή του κόσμου, του Χριστού μας.
Ανήμερα τα Χριστούγεννα δεκάδες ενορίτες μας και επισκέπτες που βρέθηκαν στην πόλη μας, παρακολούθησαν τη λειτουργία του Μ.Βασιλείου και υποδέχτηκαν τον νεογέννητο Χριστό, ψάλλοντας όλοι μαζί, ενώ στο τέλος της Θ.Λειτουργίας ακούστηκαν κάλαντα και χριστουγεννιάτικα τραγούδια απ'όλες τις γωνιές της πατρίδας μας. Το μεσημέρι της ίδιας μέρας ακολούθησε γεύμα στην ιερατική κατοικία, που συνοδεύτηκε απο γλέντι που κράτησε μέχρι τις απογευματινές ώρες.
Στο ίδιο κλίμα τελέστηκε και η πρωτοχρονιάτικη Θ.Λειτουργία,την οποία παρακολούθησαν πολλοί ενορίτες μας και επισκέπτες και ακολούθησε η παραδοσιακή κοπή της βασιλόπιτας.
Ανήμερα των Θεοφανείων έγινε ο αγιασμός των υδάτων,φωτίστηκαν όλοι με τον αγιασμό, ενώ ο π.Χριστόδουλος ευχόμενος για άλλη μία φορά καλή και ευλογημένη νέα χρονιά, τόνισε πως το Αγιο Πνεύμα πρέπει να κατοικεί στις καρδιές όλων των χριστιανών κάθε στιγμή της ζωής τους.
ΚΑΛΗ ΚΑΙ ΕΥΛΟΓΗΜΕΝΗ ΝΕΑ ΧΡΟΝΙΑ!
jueves, 12 de enero de 2017
Божественная Литургия в Кордове / Divina Liturgia en Córdoba
Дорогие братья и сестры!
Приглашаем вас на Православную Божественную Литургию в субботу, 14 января, в 10 часов.
Константинопольский патриархат.
Parroquia de la Inmaculada (c/ San Diego de Alcalá, 10 - 14005 Córdoba). Вход через чёрные ворота, 2 этаж.
¡Queridos hermanos y hermanas!
Les invitamos a la Divina Liturgia ortodoxa el sábado 14 de enero a las 10:00.
Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.
lunes, 9 de enero de 2017
Navidad según el calendario juliano en Málaga (Andalucía)
El día 7 de enero, Navidad según el calendario juliano, tuvo lugar la visita pontifical de S.E. Policarpo a Málaga. La...
Publicado por Sacra Metrópolis de España y Portugal - Patriarcado Ecuménico en Lunes, 9 de enero de 2017
sábado, 7 de enero de 2017
Actos de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2017 en Madrid
MIÉRCOLES 18
Apertura de la Semana en la Comunidad Luterana de la Friedenskirche (Iglesia de la Paz). 20:00 h.
Paseo de la Castellana, 6. Madrid (Metro Colón). Acoge la Iglesia Evangélica de Habla Alemana de Madrid.
Preside su pastor, el Rvdo. Simon Wolfgang Döbrich.
Predica el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid.
JUEVES 19
Capilla del Seminario Conciliar. Vísperas Solemnes (rito católico). 20:00 h.
Calle San Buenaventura, 9. Madrid (Metro Latina). Acoge la Iglesia Católica-Romana.
Predica el pastor Ricardo Moraleja Ortega, de la Iglesia Evangélica Española (IEE).
VIERNES 20
Catedral del Redentor. 20:00 h.
Calle de la Beneficencia, 18. Madrid (Metro Tribunal). Acoge la Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE – Comunión Anglicana).
Preside su obispo, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Carlos López Lozano.
Predica Dña. Mª Jesús Hernando García, delegada episcopal de Relaciones Interconfesionales de la diócesis católica de Getafe.
SÁBADO 21
Celebración Ecuménica de Jóvenes. 19:00 h.
Calle General Yague, 26. Madrid (Metro Cuzco). Acoge la Parroquia católica de San Germán.
DOMINGO 22
Encuentro Ecuménico de Coros. 19:00 h.
Paseo de las Delicias, 61. Madrid (Metro Delicias). Acoge la Parroquia católica Ntra. Sra. de las Delicias.
Participación de coros procedentes de diversas confesiones cristianas de Madrid.
LUNES 23
Iglesia Evangélica del Salvador. 20.00 h.
Calle Noviciado, 5. Madrid. (Metro Noviciado). Acoge la Iglesia Evangélica Española (IEE).
Preside la pastora Esther Ruiz Poveda, presidenta del Presbiterio de la IEE de Madrid- Extremadura.
Predica el Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo Nicolaos Matti Abd Alahad, vicario patriarcal para España de la Iglesia Ortodoxa Siria.
MARTES 24
Iglesia Catedral de los Santos Andrés y Demetrio. 20:00 h.
Calle Nicaragua, 12. Madrid (Metro Colombia). Acoge la Iglesia Ortodoxa Griega. Patriarcado de Constantinopla.
Preside el Excmo. y Rvdmo. Sr. Metropolita Policarpo, Metrópolis Ortodoxa de España y Portugal, Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.
Predica el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Carlos López Lozano, obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE – Comunión Anglicana).
MIÉRCOLES 25
Catedral Santa María la Real de la Almudena. Clausura de la SOUC. 20:00h
Calle de Bailén, 10, Madrid (Metro Opera). Acoge la archidiócesis de Madrid de la Iglesia Católica-Romana.
Preside el Emmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Madrid Carlos Osoro Sierra.
Predica el Rvdo. Simon Wolfgang Döbrich, pastor de la Iglesia Evangélica de Habla Alemana de Madrid.
Nota: La semana ha sido organizada por un comité inter-confesional, con representantes de las distintas confesiones cristianas presentes en Madrid (anglicanos, evangélicos, protestantes, católicos-romanos y ortodoxos).
viernes, 6 de enero de 2017
Santa Teofanía en la Catedral de Madrid
Viernes 06/01/2017 Fotografías: Antonio Wang
Publicado por Sacra Metrópolis de España y Portugal - Patriarcado Ecuménico en Viernes, 6 de enero de 2017
lunes, 2 de enero de 2017
Oficios del resto del mes de enero de 2017 en la Catedral de Madrid
SÁBADO 07/01
Vísperas del Domingo …..…..………………………… 18:30
DOMINGO 08/01
DESPUÉS DE TEOFANÍA; S. Jorge Abad Jozebita
Maitines ………....……………………………………. 09:30
Liturgia …….……………..……………………………10:45
SÁBADO 14/01
CIRCUNCISIÓN DEL SEÑOR; S. BASILIO MAGNO (v.c.)
Liturgia …….…………………………………………. 10:15
Vísperas del Domingo …....……...……………..…….. 18:30
DOMINGO 15/01
XII DE LUCAS; S. Pablo de Tebas; S. Juan Calivita
Maitines …..................................................................... 09:30
Liturgia .……...….…….……….................................... 10:45
JUEVES 19/01
TEOFANÍA DEL SEÑOR (viejo cal.); S. Macario abad
Liturgia ……………………………………………….. 10:15
Gran Santificación de las Aguas ……..……………….. 11:20
VIERNES 20/01
Sacramento del Óleo Santo ….…...…………………. 19:00
SÁBADO 21/01
Vísperas del Domingo ………………….….………….. 18:30
DOMINGO 22/01
XV DE LUCAS; S. Timoteo Ap.; S. Anastasio gran márt.
Maitines ….…....………………..…………………….. 09:30
Liturgia ……..…...……...………………….…………. 10:45
SÁBADO 28/01
Vísperas del Domingo ……...…………………………. 18:30
DOMINGO 29/01
XVII DE MATEO; Trasl. Reliquias S. Ignacio Antioquía
Maitines ……………...……………………………….. 09:30
Liturgia …………….…………………………………. 10:45
LUNES 30/01
SS. TRES JERARCAS (Basilio M., Gregorio Teól., J. Crisóstomo)
Liturgia ………...………...…………………………… 10:15
ADEMÁS, DIVINA LITURGIA EN UCRANIANO CADA DOMINGO A LAS 13:00’ HORAS
domingo, 1 de enero de 2017
La Circuncisión del Señor y San Basilio el Grande en la Catedral de Madrid
El domingo 1 de enero de 2017 Su Eminencia Policarpo, Arzobispo-Metropolita de España y Portugal y Exarca del Mar...
Publicado por Sacra Metrópolis de España y Portugal - Patriarcado Ecuménico en Domingo, 1 de enero de 2017