Estimado Presidente Electo Donald J. Trump:
Con motivo de su elección como 45° Presidente de los Estados Unidos de América, nos aprestamos a felicitarle de todo corazón tanto a nivel personal como en nombre del Patriarcado Ecuménico. Le trasladamos nuestros mejores deseos de salud y fortaleza en la asunción de sus nuevas responsabilidades, y le expresamos nuestra sincera oración para que todo lo que se proponga hacer se vea coronado con justicia.
Tal y como usted ha podido comprobar con sus propios ojos a través de su campaña, nuestro mundo quebrantado y dividido necesita hoy en día líderes que puedan ofrecer sabiduría y prosperidad, paz y reconciliación. Así pues, al depositar fervientemente su esperanza y confianza en el Señor, especialmente en este momento presente en el que necesitamos desesperadamente el cese de la guerra y la violencia, la erradicación de la pobreza y el hambre, usted podrá ciertamente aumentar la solidaridad entre las naciones, así como garantizar la protección de la dignidad de cada persona humana en todo el mundo.
Felicitándole una vez más por su éxito y rogando a nuestro Dios amoroso que le conceda Su gracia y Su infinita misericordia a su gran nación y a usted todo bien y todo don perfecto de lo alto, permanecemos con mucho afecto y la mayor estima,
Muy suyo en la oración,
+ B A R T O L O M É
Arzobispo de Constantinopla-Nueva Roma
y Patriarca Ecuménico