Históricas prometen ser las dimensiones de la visita del Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé a Lesbos, en abril, a propuesta del arzobispo Jerónimo, adoptada por el Santo Sínodo de la Iglesia de Grecia.
La fecha de la visita del Papa a Lesbos es el 16 de abril, según informes.
El Patriarca Ecuménico Bartolomé también se encontrará en Lesbos, y será la primera visita conjunta de los jefes de las Iglesias ortodoxa y católica, que se reunirán con refugiados en la isla griega para sensibilizar a la comunidad internacional acerca de la crisis de los refugiados.
La idea de invitar al Papa Francisco partió del arzobispo Jerónimo, quien informó al Santo Sínodo. El Santo Sínodo de los Obispos había enviado cartas en marzo a las instituciones de Europa y a los primados ortodoxos y de otras iglesias, para crear conciencia sobre el problema de los refugiados, al tratarse de personas con altas responsabilidades e influencia social. El Vaticano respondió positivamente.
Jerónimo trasladó el deseo de que el jefe de la Iglesia Católica Romana, Francisco, visitara Grecia.
El objetivo de esta visita, según informaciones, es la contribución del Papa a la toma de conciencia de la comunidad mundial para el cese inmediato de las hostilidades en la región mediterránea y el Oriente. Estas hostilidades afectan en gran medida a las comunidades cristianas. También ha provocado la aparición de una urgencia humanitaria el problema causado por los refugiados desesperados que buscan un futuro mejor en el continente europeo.
El Santo Sínodo de la Iglesia de Grecia aprobó la propuesta de visitar Francisco una isla del Egeo, ya que es se trata de una visita puramente humanitaria y simbólica.
El Santo Sínodo propuso la isla de Lesbos como objeto de la visita, pues esta es una de las muchas islas que han experimentado y aún experimentan profundamente la tragedia del problema de los refugiados.
Por otra parte, el Santo Sínodo decidió invitar a Su Toda Santidad Patriarca Ecuménico, Bartolomé, para que honrara con su presencia en la isla de Lesbos la visita de un día del Papa Francisco.
La personalidad y la autoridad del Patriarca Ecuménico, junto con la importancia de la presencia de Francisco, envía al mundo una fuerte señal de alarma para que la comunidad mundial tome conciencia de la crisis de los refugiados y la necesidad de proteger a los cristianos cruelmente perseguidos en la región del Oriente Próximo.
Fuente: www.iefimerida.gr