¡Queridos hermanos y hermanas en Cristo!
Uno de los temas más importantes de los que se ocupa el Apóstol Pablo en su Carta a los Gálatas es la contradicción entre el espíritu y la carne. El Apóstol Pablo exhorta a los Cristianos a vivir en espíritu y no seguir los deseos de la carne.
Los términos “espíritu” y “carne” en el lenguaje del Apóstol Pablo tienen un significado diferente al que nosotros les solemos dar. “Espíritu” es el Espíritu Santo y “carne” es aquel hombre que no posee el Espíritu Santo, que está presente fuerte y dinámicamente en la Iglesia. Esto significa que vida espiritual es vivir dentro la Iglesia con los Santos Sacramentos y la lucha ascética, para recibir la Gracia del Espíritu Santo. Vida sacramental y vida ascética son inseparables, y la una no tiene efecto salvífico sin la otra. Así el hombre puede tener dentro de sí los frutos del Espíritu Santo, que son: amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de sí.
Por otro lado, la vida carnal está caracterizada por el Apóstol como vida no inspirada por la acción del Espíritu Santo, y en consecuencia no lleva los frutos que acabamos de mencionar. El Apóstol Pablo llama “obras de la carne” a las siguientes situaciones: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, enemistades, discordia, envidia, cólera, ambiciones, divisiones, disensiones, rivalidades, borracheras, orgías y cosas por el estilo.
El cristiano que practica juntamente la vida sacramental y ascética rechaza la vida carnal y vive la vida espiritual y eclesiástica. Lucha continuamente para ser partícipe de la Gracia de Dios. Ser cristiano no es un derecho hereditario, ni una actitud o una tradición social, sino una bendición divina y Gracia de Cristo, que Él nos concede a través Su Santa Iglesia y también a través de nuestra lucha ascética y espiritual. Solamente de esta manera podemos obtener los frutos del Espíritu Santo, que nos ha presentado y enumerado hoy el Apóstol Pablo en su Carta a los Cristianos Gálatas.
Que el Dios bondadoso y misericordioso conceda a todos la fuerza necesaria para ser vencedores en nuestra lucha contra las “obras de la carne”. Buen domingo y buena semana a todos.
Vuestro Pastor y Padre,
+ Metropolita Policarpo de España y Portugal
Fuente: Sacra Metrópolis de España y Portugal (Patriarcado Ecuménico)