Antes de abandonar el Ministerio de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón dejó su firma plasmada en una última disposición en el Boletín Oficial del Estado. Una decisión que, curiosamente, tiene que ver con la religión: ampliar a tres confesiones la Comisión Asesora de Libertad Religiosa. En este órgano, meramente consultivo para el Gobierno, están representadas aquellas confesiones e iglesias que más arraigo tienen en España. Hasta ahora la formaban la Iglesia Católica, la Evangélica, la comunidad israelita y la islámica. La última decisión del ya exministro de Justicia fue abrir sus puertas a budistas, ortodoxos y mormones.
Compartirán mesa con representantes de la Administración y expertos en la materia para asesorar al Gobierno sobre la promoción y el desarrollo del derecho a la libertad religiosa. Sus discusiones, en realidad, giran en torno a problemas que se discuten en la calle. “Por ejemplo, la preocupación de la comunidad musulmana sobre el debate de la hiyab de las niñas musulmanas cuando van al colegio o si ha habido algún ataque antisemita". Así lo recuerda Joaquín Mantecón, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado, que ha formado parte de la comisión en diferentes posiciones: primero como representante de la Administración, luego como reconocido experto y ahora como representante de la Iglesia Católica.
No se habla de educación, por ejemplo, reservada a otras comisiones del Gobierno con las diferentes religiones. El Gobierno puede tener en cuenta sus reivindicaciones, o no. "Se ha recogido el reconocimiento de los matrimonios de ortodoxos, budistas, mormones y testigos de Jehová, que se discutió en la mesa", apunta Mantecón. Actualmente se analiza la nueva norma para el registro de Entidades Religiosas.
Ortodoxos, la mayoría
En España son una comunidad de 900.000, la mayoría rumanos, pero cuando Teofíl Moldovan llegó a España en 1976 para cursar una beca en la Universidad Pontificia de Salamanca la radiografía de sus miembros era bien diferente. "Entonces sólo había ortodoxos griegos. Ahora son rumanos, rusos, ucranianos y hasta de la lejana Georgia".
Teofíl ocupará un asiento de esta comisión, "agradecido", dice, pero sin querer desvelar cuáles serán las primeras preocupaciones que pondrá encima de la mesa. "Primero agradecer y luego desarrollar las situaciones y necesidades", apunta. Pero rascando algo más, sus preocupaciones son, al final, la del resto de confesiones e iglesias: tener un lugar de culto. "Yo he tenido la suerte en Madrid de poder compartir el espacio con la propia iglesia católica, pero en muchos lugares es incompatible por los horarios de culto", señala el párroco de la Iglesia Ortodoxa Rumana en Madrid.
En la capital han sido bien recibidos. La catedral que están construyendo en Madrid se encuentra en Carabanchel gracias a la cesión de un terreno por parte de la Comunidad de Madrid, que entonces presidía Esperanza Aguirre. Es catedral de los ortodoxos residentes en España pero también referencia para sus hermanos portugueses. "Tenemos que reorganizar la iglesia ortodoxa rumana alrededor de esta catedral y luego ya veremos lo que necesitamos", reflexiona Moldovan.
Fuente: El Confidencial
Adaptación: Ortodoxia Digital