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martes, 21 de octubre de 2014

Intervención inicial de S.E. Policarpo en el Congreso Ecuménico de Barcelona (Cataluña) 2014



Excelentísimo Mons. Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Barcelona, representante del Eminentísimo Arzobispo-Metropolita de Barcelona Sr. Lluís Cardenal Martínez Sistach,


Excelentísimo Mons. Luka, Obispo del Patriarcado de Serbia para la Europa Occidental,

Excelentísimos Sres. Arzobispos y Obispos,

Reverendísimos Padres,

Honorable Sr. Representante del Gobierno de la Generalidad de Cataluña,

Queridos hermanos y hermanas,

 inmensa alegría y particular honor saludo, en mi calidad de Metropolita de España y Portugal, del Patriarcado Ecuménico, a todos los presentes y participantes en este conmemorativo Congreso Internacional, en ocasión del 50° aniversario del encuentro histórico en Jerusalén de los inolvidables Patriarca Ecuménico Atenagoras I y Papa Pablo VI. El actual y fructífero, a pesar de los eventuales problemas naturales, diálogo teológico entre nuestras Iglesias hermanas, tiene su origen en este encuentro. Por esto motivo sus actuales Primados han querido honorarlo y evidenciarlo debida y adecuadamente encontrándose en Jerusalén, la tierra natal, santa y mártir, de nuestra Fe inmaculada. 

El Patriarcado Ecuménico y su venerable Primado, Su Santidad Bartolomé I, tienen como su ocupación básica la unidad de los cristianos a través el diálogo “en la caridad y en la verdad”, que tiene, repito, sus raíces en el encuentro fraternal del 5 de enero del 1964. Con este encuentro fue derribado el muro de aislamiento y de prejuicios de muchos siglos entre nuestros dos mundos. Que este encuentro fue inspirado de Dios lo certifican los hasta ahora sus positivos resultados. Cada encuentro “cara a cara”, fraternal y sincero, solamente cosas buenas puede llevar, sobretodo cuando se refiere a un encuentro entre hermanos dirigentes religiosos.

El encuentro de mayo pasado entre el Patriarca Ecuménico Bartolomé I y el Papa Francisco I en Jerusalén será cumplido a Constantinopla,  con la visita esta vez del Papa a Fanar, sede del Patriarcado Ecuménico, en ocasión de su fiesta patronal el 30 de noviembre, Conmemoración del Santo Apóstol Andrés el Primer Llamado, hermano de Pedro Protocorifeo. Pocos días antes finalizó en Ammán de Jordania el VII encuentro de la Plenaria de la Comisión Internacional Mixta por el Diálogo Teológico entre las Iglesias Ortodoxa e Católica Romana, hospedada por el Patriarcado Greco-Ortodoxo de Jerusalén. El diálogo teológico entre las Iglesias Ortodoxa y Católica Romana está en pleno avance positivo y se esperan de esto muchas cosas buenas para todos los cristianos, sobretodo en estos tiempos apocalípticos en los que vivimos. Los acontecimientos en realidad son de nuestro Señor y Salvador Jesucristo y la perfecta y plena unidad es obra del Espíritu Santo. El Señor es Él que es verdad en la caridad y ama en la verdad. Nosotros, los hombres, debemos tener fe y confianza en Él y rezar fervientemente por el cumplimiento de Su santa Voluntad, que es la unidad de todos aquellos que creen en Él.

Nuestro Congreso se caracteriza de su rica, varia y alta temática, que a través de las conferencias de los ponientes de alto nivel nos ayudará a tener una más amplia idea de en que punto se encuentran hoy las relaciones entre las dos Iglesias hermanas, como también en que situación se encuentran ellas mismas en nuestro mundo moderno.

Agradecimientos muchísimos se deben a la Comisión Interdiocesana de Ecumenismo y Relaciones Interreligiosas  de la Conferencia Episcopal Tarragonesa, a la Dirección General de Asuntos Religiosos  de la Generalidad de Cataluña y a la Delegación de Ecumenismo y Relaciones Interreligiosas del Arzobispado Metropolitano de Barcelona y especialmente a su activo responsable y muy buen conocedor y amigo de nuestro Oriente Mons. Jaume Agapito González, como también al Eminentísimo Arzobispo-Metropolita de Barcelona Sr. Lluís Cardenal Martínez Sistach, que ha dado su permiso canónico y su bendición pontifical para la realización de este Congreso, aquí en Barcelona, puente entre los dos extremos del Mediterráneo, el “mare nostrum”. 

Y ahora permítanme leer el mensaje de Su Santidad el Patriarca Ecuménico Bartolomé I. Muchísimas gracias.                                 


BARTOLOMÉ I
POR MISERICORDIA DE DIOS
ARZOBISPO DE CONSTANTINOPLA-NUEVA ROMA
Y PATRIARCA ECUMÉNICO

Metropolita de España y Portugal y Exarca del Mar Mediterráneo Monseñor Policarpo, querido hermano en el Espíritu Santo y concelebrante de nuestra Modestia, la gracia y la paz de Dios sean con  vuestra Eminencia.  

Con inmensa alegría hemos sido informados por carta de vuestra muy querida Eminencia de la organización, en ocasión del cumplimiento de medio siglo desde el encuentro histórico en Jerusalén de los inolvidables Primados de las Iglesias Oriental y Occidental, el Patriarca Ecuménico Atenagoras y Papa Pablo VI, de parte de la Arquidiócesis Católica Romana de Barcelona y la Sacra Metrópolis Ortodoxa de España y Portugal, de un Congreso Internacional de dos días de duración, referente a las relaciones entre los Ortodoxos y los Católicos Romanos, con el tema particular: “Ortodoxos y Católicos en Jerusalén: 1964 Atenagoras I – Pablo VI; 2014 Bartolomé I – Francisco I”.

Desde nuestra Santísima Iglesia de Constantinopla nos dirigimos a todos vosotros los congresistas, tanto a los que pertenecen al sagrado clero como a los científicos, y también a todos los participantes en este conmemorativo encuentro nuestro saludo de amor y honor, de esperanza y expectación. 

Como es conocido, desde aquel encuentro histórico, han tenido lugar muchos otros encuentros de alto nivel  entre nuestros predecesores, los Patriarcas Ecuménicos Atenagoras y Demetrio y nuestra Modestia y los Papas de Roma Pablo VI, Juan-Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, en Fanar y en Vaticano.  

Este progresivo acercamiento y el cultivado dialogo de caridad y verdad entre los dos lados han conducido a un punto positivo las relaciones entre los dos mundos e Iglesias, y por esto con alegría glorificamos al Señor, que con tanta sabiduría dirige las cosas de la Iglesia, de modo que en todo viene efectuada Su santísima Voluntad y expresamos nuestra satisfacción por la organización de esta celebración en el territorio de la Península Ibérica, que es célebre por el respeto que sus pueblos demuestran por su plurisecular tradición cristiana, que constituye la quintaesencia de su vida.

Particularmente hoy, con la presencia y la actividad allá mismo de muchos cristianos ortodoxos desde Europa Oriental, a causa de varios sucesos mundiales, viene dada también a través de vuestro congreso la ocasión por uno más sustancial conocimiento y diálogo recíproco, como lo soñaron nuestro beato predecesor el Patriarca Atenagoras y el Papa Pablo VI, sobre el fundamento del cual continuamos también nosotros sus sucesores y en el espíritu de los cuales nos encontramos para intercambiar el beso fraternal del amor y de la afirmación que continuaremos el esfuerzo, depositando la esperanza para lo además en el camino sagrado hacia la unidad de las dos Iglesia en el Monte de los Olivos en el que caminó Dios, para encontrar la gracia y la misericordia como ayuda oportuna. 

El cultivo del diálogo de la verdad y de la caridad, de las buenas relaciones, de la optima colaboración y del clima de reconciliación, compresión y respeto recíproco entre todos los cristianos constituyen una ocupación básica de nuestro Patriarcado Ecuménico, y en esta dirección han trabajado copiosamente también los dos nuestros predecesores, los inolvidables Patriarcas Atenagoras y Demetrio.

Lo mismo espíritu continuamos también nosotros hoy durante nuestro largo servicio Patriarcal, creyendo en la necesidad de evidenciar  los elementos comunes, que unen los cristianos entre sí, y al esfuerzo de retornar a las fuentes y a las raíces de la vida cristiana, con el estudio del Evangelio y del vivirlo y aplicarlo, como también a través del estudio de los escritos de los grandes Padres de la Iglesia de los primos siglos cristianos.

Deseamos que las labores del Congreso sean bendecidas desde lo alto y que constituyan una contribución sustancial en la promoción de estas buenas relaciones y en el esfuerzo de retornar a la común tradición de los rimeros diez siglos cristianos con espíritu de verdad.

Saludamos de nuevo todos los participantes en este conmemorativo festejo de dos días, clérigos y laicos, y creyendo que la oración y el intercambio de opiniones actuales, valorando aquellas de los pasados cincuenta años, será una contribución positiva referente al alto encuentro en Jerusalén entre nuestra Modestia y Su Santidad el Papa Francisco, invocamos para todos la Gracia y la infinita Misericordia de nuestro Señor Resucitado.

Fanar, Septiembre de 2014 
+ el Patriarca de Constantinopla Bartolomé, 
querido hermano en Cristo.